«Saldremos adelante cuando no haya rebrotes ni cepas»

Hilario L. Muñoz
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Profesor de la UCLM, presidente del Colegio de Economistas de Madrid en la sección de Ciudad Real y coordinador del Movimiento Europeo en Castilla-La Mancha, José Antonio Negrín es un amplio conocedor de la economía ciudadrealeña

«Saldremos adelante cuando no haya rebrotes ni cepas» - Foto: JUAN LAZARO

Desde su perspectiva puede analizar lo ocurrido en anteriores pandemias y cómo se salió de ellas, así como dar una mirada optimista ante el futuro.

En la anterior crisis económica se dice que la agricultura salvó a la provincia de una caída mayor, ¿ha ocurrido lo mismo en esta crisis?

La verdad es que la agricultura, al igual que el resto de sectores, se animará cuando se anime la economía. Es verdad que el peso específico que tiene este sector, sobre todo en el vitivinícola, pendiente de las exportaciones, tirará hacia delante cuando se activen estas exportaciones. El peso estructural del sector primario en nuestra economía, al ser menos vulnerable que el sector servicios a la pandemia, me hace ser algo optimista. Hay que tener en cuenta que la agricultura salvó a muchas familias en Castilla-La Mancha en la anterior crisis. Por ejemplo, al caer toda la industria de las puertas hubo mucha gente que volvió al campo. 

El Banco de España apunta que Ciudad Real junto a Extremadura fueron las provincias que menos PIB perdieron en 2020, ¿el buen dato se debe a la ausencia de turismo?

La gente que me ha preguntado por este tema ha dicho que es el buen dato dentro del mal dato. Estamos hablando de que podamos tener optimismo cuando estamos en una caída del PIB superior al 10%. Hay que tener cuidado con la caída del PIB porque no se trata de que no crecemos, sino que lo hacemos a menor ritmo. La estructura económica de la región está paralizada y por eso no crece el PIB. Soy de los que piensa que no está destruida. Nuestra estructura económica se basa en el sector servicios y con cierto peso específico de la agricultura. Me da la sensación de que el dato es menos malo de los que debería ser, pero todo está condicionado a la activación de la economía en general. 

En el mismo informe del Banco de España se señala que más que la enfermedad lo que afectó a la economía fue el sistema productivo. ¿De qué modo cree que se vio afectada la economía ciudadrealeña?

Ese argumento siempre me ha dado por pensar que está manipulado. Hay cierto deseo de un cambio estructural de nuestra economía y siempre se han cargado las tintas sobre el sector de la construcción y de los servicios, como el turismo. Me da cierto miedo que podamos pensar que ese cambio estructural tenga que venir por un cambio radical de la situación, como una pandemia. Se trata de una justificación para hacer un cambio estructural de una forma violenta o agresiva. Yo no quiero pensar eso. Quiero pensar que la pandemia nos tiene paralizados, pero queremos volver a una vida anterior que nos gustaba. Eso de la nueva normalidad a la gente no le está convenciendo del todo. Hay muchas cañas pendientes y vinos pendientes, pero también hay gente que no quiere volver a salir a tomar una caña o no volver a viajar. Creo que ese cambio estructural debe venir de otra forma, como una modernización de las costumbres. 

Un aspecto que siempre está en la mesa es la energía verde y el avance en las renovables. ¿Es un posible camino hacia el cambio estructural? ¿Tiene futuro?

Fíjate si somos conscientes del daño que estábamos haciendo al medio ambiente que el COVID nos ha dado como un revulsivo de una nueva vida y esa nueva vida no debe caer en los fallos del pasado. Yo fui director general de Universidades e Innovación y en mi época Europa sacó lo denominado como RIS3 (Estrategia de Especialización Inteligente en Investigación e Innovación), en la que se decía que cada comunidad debía estudiar en qué podía ser buena para que las inversiones de las políticas de cohesión y de desarrollo regional fueran encaminadas hacia esos sectores. La energía renovable era un puntal, con aspectos como el Instituto del Hidrógeno y el Isfoc, el Instituto de Concentración Fotovoltaica, los aerogeneradores y las solares. Castilla-La Mancha era un puntal en innovación y en posibilidades de hacer, pero vino la crisis de los años 12 y 13 y se paró todo un poco. Creo que ahora es el momento de pensar en las RIS3 y sé que desde la Junta lo quieren hacer. 

Cuando surgió la actual crisis se habló de una curva económica en V, en W o en L, ¿cuál cree que será la forma definitiva?

El último informe del Banco de España dibuja la curva y desestima el crecimiento en ‘V’ para plantear un crecimiento en ‘Nike’, con alguna mala noticia de que tiene un pico descendiente en el primer trimestre de 2021. El gráfico es alentador al hablar de recuperación económica, pero apunta que se regresa a los niveles de crecimiento de 2020 en 2023. Se trata de un crecimiento lento y con ese pico de caída, porque a partir del segundo trimestre de 2020 crecemos. 

¿De qué manera podemos salir?

Yo debo ser un optimista patológico porque soy de los que piensa que saldremos adelante en cuanto la sociedad, en general y en conjunto, tenga la conciencia de salir de la pandemia. Saldremos adelante cuando no haya rebrotes ni cepas, sino una garantía de que la economía tal y como la conocíamos vuelva a activarse. Nuestro sistema productivo, no me cansaré de decirlo, no está destruido, está paralizado, lo que pasa es que paralizar el sector servicios y decir que está destruido es casi un símil. 

En los próximos meses tocará ‘pagar’ la deuda de la crisis del año 2020. Entre ella se encuentran los mil millones de euros solicitados al ICO por empresas de la provincia de Ciudad Real. ¿Puede ser un lastre esta petición de fondos?

Sí y es la parte pesimista de mi discurso. Los datos de deuda pública y déficit público que hay y esto, aunque solo sea por la hipoteca a las generaciones futuras, habría que pensarlo. Dicho en términos microeconómicos, la deuda de las familias, de los autónomos y de las empresas es muy grande. Encima ahora se está dando el mensaje que esto hay que pagarlo y claro que hay que hacerlo, pero ¿están en condiciones de pagar las deudas la gente? Esa es la pregunta y, por parte de las autoridades y del sistema bancario, hay que buscar los mecanismos para no terminar de ahogar a las familias, empresas y autónomos. Vamos a crear una crisis de impagados que no vamos a poder soportar. O se flexibiliza esto, bien como política monetaria o como actitud comercial de los bancos, o estamos perdidos. Si ahora a las empresas que no han conseguido reactivar sus números se las exige la deuda que tiene, mal vamos. Es el momento de pensar en mecanismos para reorganizar deudas, pero la de todos, de las empresas, familias y los ERTE. De las familias siempre nos olvidamos y hace tiempo se hablaba de que la gente estaba ahorrando, pero lo hacía teniendo en cuenta de que se había hipotecado antes, para un coche o irse de viaje y tampoco se pueden criminalizar unos comportamientos que se basaban en unas expectativas que no se han cumplido por culpa del COVID.  

¿Cree que viene una época en que habrá empresas que perderán su marca comercial o sus locales como en el 2012 y 2013 hubo familias que perdieron su vivienda?

Totalmente por imposibilidad física. ¿Cómo van a pagar las empresas esa deuda si se les exige a corto plazo? Si no se puede se entregan las llaves de la moto, del coche o del negocio. Esto es algo que hay que decirlo porque como se pongan finos a la hora realizar exigencias de crédito no sé qué van a hacer las familias, las empresas y el pequeño autónomo.  

¿Qué cree que ocurrirá cuando finalicen los ERTE? ¿Hay opciones de absorber a esos trabajadores en la economía actual? 

Hay que volver a renegociar los ERTE. Sé que hay situaciones que no se puede expandir en el tiempo, pero ahora mismo la situación no es para hacerlo. Se dice que hay que dar alegría a la economía, pero cómo se va a dar alegría con la pandemia. Cómo puedes decir que vas a quitar los ERTE cuando la situación de las empresas es la que es, yo la seguiría manteniendo hasta que no haya una clara constatación de la recuperación de la economía española.

¿Qué cambios debería traer la pandemia en lo económico? Y ¿qué cambios cree que traerán?

Como historiador de la economía, cuando empezó la crisis, les puse a mis alumnos un PDF en el que contaba los paralelismos de la crisis económicas pandémicas de tiempos anteriores, sobre todo con la peste negra, de 1340, y la gripe española, de 1918. Tras la peste negra llegó el renacimiento y tras la gripe vinieron los felices años 20. Tengo la idea de que los supervivientes tienen ganas de vivir y olvidar lo malo. A diferencia de aquellas crisis, ésta nos va a hacer muy realistas y vamos a estar con ese criterio de los pueblos del ‘quietos hasta ver’. Soy de los que piensa que económicamente la respuesta a la crisis va a ser una activación. Como coordinador de la sección del Movimiento Europeo en Castilla-La Mancha, me gusta pensar que Europa está detrás. No estamos solos y contamos con ayudas vía crédito y vía transferencias y si diseñamos bien las políticas de recuperación se harán, porque hay dinero para ello. Hay que diseñar bien la recuperación y hay que ser justos y no movernos ni guiarnos por criterios electorales. Si lo sabemos hacer bien hay una oportunidad de salir adelante. Ojalá un nuevo Renacimiento. 

¿Se esperaba el impacto que traería la crisis para recuperar un proyecto como el aeropuerto?

Tiene mal fario el aeropuerto, cuando teníamos la idea de que podía ser un aldabonazo a todo, al desarrollo económico de Ciudad Real y Puertollano, no ocurrió. Es un proyecto ilusionante en el que parecía que lo estamos recuperando, pero lo recuperaremos en la medida en que se recupere la actividad económica. De todos modos, habría que dar una repensada al tráfico aéreo que queremos cubrir y compaginarlo con el AVE. A lo mejor es el momento de retomar la idea de que hay una alternativa al tráfico aéreo de Madrid, un Barajas dos, dándole identidad propia. Las infraestructuras no tienen que asustar para invertir porque quedan. Si se saben encontrar los nichos de negocios tienen una segunda, tercera o cuarta vida.  

Como presidente del Colegio de Economistas, ¿cuál es el área en la que se debería invertir en los próximos años?

En I+D+i de una forma inteligente. He recordado la RIS3, que es un camino de inversión inteligente, basado en el I+D+i y que cuenta con el beneplácito y la guía tutelada de Europa. Creo que estos fondos de inversión deben ir encaminados a eso, en los sectores económicos en los que hay cierto potencial como las energías renovables, pero también en la industria agroalimentaria donde podemos ser una potencia. La estrategia del RIS3 tiene identificadas esas áreas de inversión en la que debe haber una convergencia entre las empresas, la universidad y las instituciones.