Las ayudas a la dependencia en Castilla-La Mancha se vienen incrementando en los últimos años y al cierre del año 2019 se encontraban en los datos mayores de su historia y con un incremento superior al 73% en la provincia respecto a las cifras que el Gobierno regional tenía en el año 2015. Así se muestra en las cifras que en esta legislatura viene publicando la Consejería de Bienestar Social y que indican que actualmente hay 18.611 ayudas, entre todos los tipos que se pueden ofrecer, respecto a las 10.729 que había en 2015.
Al comparar este largo periodo de tiempo resalta el incremento que se ha procedido en la prestación vinculada al servicio, donde se ha multiplicado por cinco en estos años. Se ha pasado de 407 ayudas a las 2.298 con las que concluye el año. El dato es importante porque durante este periodo solo se ha reducido la Prestación Económica para Cuidados Familiares (Pecef), una ayuda dirigida al pago de una persona del entorno del dependiente que se ocupa de su cuidado. Ha pasado de 3.927 ayudas a 2.852, un millar menos y una caída del 27,4 por ciento.
Prestación de servicio y ayuda económica al familiar están unidas, debido a que cuando se concede un servicio implica un respiro familiar y se da la posibilidad a los familiares de estar empleados o encontrar un empleo al no tener que estar al cuidado las 24 horas de una persona dependiente.
A estos incrementos se suman los que se han registrado en otros servicios como la teleasistencia, que pasa de 832 ayudas a 2.937; se triplica o la ayuda a domicilio que pasa de 1.560 dependientes con estas ayudas a 4.584. Se trata de aumentos muy significativos que ocurren en servicios que pueden estar vinculados a otras ayudas. La teleasistencia consiste en un servicio de atención teléfono 24 horas durante los 365 días al año y la ayuda a domicilio es un servicio que ayuda al dependiente a su hogar y alarga su estancia en el domicilio antes de que tenga que ser enviado a un centro o residencia.
En este sentido, de aumentar el tiempo en el domicilio es clave el incremento de las ayudas en Prevención de la Dependencia y promoción de la autonomía personal, que pasan de 645 a 1.672. Se trata de una iniciativa que permite a las personas dependientes con menor grado de dependencia realizar ejercicios o técnicas que ayuden a evitar el deterioro físico o mental. Aquí entran proyectos que realizan asociaciones en los municipios con el apoyo de la Consejería.
Estos aumentos de medidas que ayuden a que los dependientes sigan en casa y que no aumente su grado, implica que los menores incrementos se dé en aquellos recursos asistenciales que suponen salir del domicilio a estas personas. De este modo las ayudas para las estancias de centro de día han pasado de 741 a 1.078 y de 2.616 a 3.188 en las residencias. Es un aumento del 45,5 y del 21,9 por ciento los más bajos y que demuestran que el aumento de las ayudas se ha producido en cuanto a los recursos que permitan estar en el domicilio.
Hay que tener en cuenta que estas 18.611 ayudas son recibidas por 16.508 personas dependientes, hay más de una ayuda para algunos dependientes, al tratarse de elementos compatibles. De estas personas 6.316 tienen concedido el Grado I, 5.803 el Grado II y 4.389 se trata de grandes dependientes, del Grado IIII, según los datos publicados por la Consejería de Bienestar Social.