El IBI en Ciudad Real, el cuarto más alto de las capitales

Hilario L. Muñoz
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El edil de Hacienda recuerda que el objetivo es bajar aún seis décimas el tipo impositivo y que el techo de gasto limita las opciones de alcanzar al resto de capitales de la región que tienen la mitad de tipo

Vista aérea del centro de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Se ha convertido en algo casi habitual todos los años. El Ayuntamiento de Ciudad Real se encuentra entre las capitales con el tipo impositivo del IBI más alto, solo superado por las catalanas Girona, Lleida y Tarragona. Se trata de una situación además que no está previsto que cambie a corto plazo, ya que el 0,84 de tipo impositivo en el IBI de urbana de Ciudad Real solo se reducirá a lo largo de esta legislatura al 0,78. Esto implica que si el resto de municipios no cambian sus impuestos, Ciudad Real será la séptima capital de España con el tipo más alto, al quedar justo por debajo de Huesca y de Huelva, en 2023. 

Se trata de una situación que se viene produciendo desde hace años y que refleja el Ministerio de Hacienda en una publicación que realiza cada otoño, cuando los consistorios deben revisar sus tasas e impuestos. Con todo, tener el tipo impositivo de IBI no significa que Ciudad Real pague más impuestos que el resto de capitales, sino que el porcentaje municipal, el que es atribuible al Consistorio está entre los mayores. Hay otra parte del impuesto, el valor catastral, fijado por el Ministerio de Fomento, y que implica una valoración económica del inmueble. Esto provoca que haya recibos más caros que el de Ciudad Real, incluso en municipios con un tipo impositivo menor. A modo de ejemplo, la cuota media de los 39.614 recibos del IBI de urbana que emite el Ayuntamiento de Ciudad Real durante 2019 es de 424,26 euros. En Madrid, con un tipo del 0,51, el recibo medio es de 509 euros en ese año.

El concejal de Hacienda, Nicolás Clavero, recordó que existe un momento que marca la situación actual, 2012, y la publicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. En ella se marca que «cualquier variación que se haga de bajada del IBI tiene que calcularse qué bajada de ingresos supone y bajar lo mismo en el gasto». Se trata de una muestra de la importancia que tiene la contribución como principal fuente de ingresos de un Ayuntamiento. 

En 2011 el tipo impositivo en Ciudad Real era del 0,96, mientras que en el resto de capitales de Castilla-La Mancha había un tipo del 0,423 en Albacete; del 0,48, en Cuenca; del 0,54, en Guadalajara; y del 0,43, en Toledo. Ocho años después, en 2019, la situación es de 0,84 para los ciudadrealeños y de 0,452 en Albacete; 0,6, en Cuenca; 0,48, en Guadalajara; y 0,446, en Toledo. «Más o menos los ayuntamientos nos movemos en función de la situación que había en el año 2011 y dentro de ellos el Ayuntamiento que más esfuerzo ha hecho en reducción de tipos ha sido Ciudad Real», dijo Clavero, al apuntar que ninguno ha reducido el tipo 12 décimas en este periodo. 

«Llegar al tipo de Albacete es imposible porque bajar a esto implica bajar diez millones de ingresos y reducir 10 millones de gasto», algo que conllevaría la paralización de la ciudad, un argumento ya empleado en el Pleno en que se aprobó reducir el tipo al 0,82 para 2020. Por este motivo, Clavero señaló que «mientras haya techo de gasto hay que ser comedidos en la reducción de tipos» y, por este motivo, se ha acordado esa bajada al 0,78 a lo largo de la legislatura, como un modo de ir «equilibrando ingresos y gastos». Para ello, Clavero avisó que la intención de la Concejalía es tener en cuenta el incremento del valor catastral que ocurre cada año para reducir tipos en ese misma medida y que esta reducción no afecte a las inversiones.

 

0.60 en la provincia. Los ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real tienen de media un tipo impositivo del 0,606 en el Impuesto de Bienes Inmuebles de urbana en la provincia de Ciudad Real. Se trata de un tipo medio situado ligeramente por encima de la media nacional, que cuenta con un 0,589, y de la media de Castilla-La Mancha, con un 0,579 por ciento. Esta situación se produce a pesar de que el tipo lleva siete años consecutivos de bajada, después de que en 2012, con las medidas económicas especiales hubiera un incremento de los tipos medios, en todos los consistorios de España y que hizo que el impuesto se disparara. En los últimos años ha habido un descenso paliativo del 22% con momentos de mayor o menor caída, pero que muestran que aún queda margen y la provincia puede situarse el próximo año, con los descensos anunciados ya en varios ayuntamientos, no solo en la capital, por debajo de la barrera del 0,6 de tipo medio, algo que no se ha producido todavía, desde que el Ministerio tiene registros de estas estadísticas de impuestos, año 2000.

Esta situación no es igual para el resto de impuestos y por ejemplo, el IBI de rústica, el que se cobra a aquellas fincas donde no se puede urbanizar, ha tenido ascensos y descensos desde ese 2012. Actualmente la media es de 0,706 cuando en ese 2012 se elevó hasta el 0,728. El que sí sigue una línea ascendente es el IBI de características especiales, el que abonan ciertos edificios por tamaño o uso, y que mantiene un incremento constante desde 2013, en que se situaba en el 0,791 hasta el 0,853 de media de este 2019. 

El Ministerio se apunta a que hay un municipio que cuenta con un tipo impositivo superior a la capital, se trata de San Carlos del Valle donde el porcentaje del valor catastral que se abona es el 0,85. Esto no significa que tenga unos impuestos superiores a la capital ya que el recibo del IBI está conformado por el tipo y ese valor catastral.  Este municipio tiene el mayor tipo fruto de la rebaja realizada por el Ayuntamiento de la capital que bajó del 0,87 al 0,84. El podio se completa con el 0,79 de Valdepeñas. Se trata de una situación que ocurre desde hace años.

En el lado contrario de la tabla se sitúan Puebla de Don Rodrigo y Villanueva de la Fuente donde el tipo impositivo es del 0,4, el mínimo que marca la ley y, por lo tanto, no existe posibilidad de reducirlo aún más.  En este caso la revisión catastral es de 1990 y de 2013 respectivamente.  

En Rústica, en la zona baja se sitúa Villanueva de la Fuente y Villar con el 0,3 el mínimo y en la alta Manzanares, Arenas de San Juan y Alcázar de San Juan con un 1,11, 1,14 y 1,16, este último el máximo legal.