Derrota del Vestas Alarcos en su primer amistoso

La Tribuna
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El Vestas Alarcos cae 31-33 ante el Sant Joan de Alicante en su primer amistoso de pretemporada, que ha tenido que celebrarse finalmente a puerta cerrada

Derrota del Vestas Alarcos en su primer amistoso - Foto: Tomás Fernández de Moya

Derrota del Vestas Balonmano Alarcos en su primer amistoso de pretemporada y que afrontó con sensibles ausencias. Fue un partido rarísimo que comenzó con la noticia de que no se podía jugar con público y siguió con un Sant Joan hipermotivado y con una defensa 3:3 casi individual. La defensa y los errores de un Vestas Alarcos con muy poco rodaje, condenaron a los del Quijote Arena en su primer test.

El primer siete inicial del Vestas Balonmano Alarcos de Ciudad Real estuvo compuesto por Adrián Torres, Alex Berbel, Jota Serrano, José Palacios, Iñigo Barricart, Lucas Grandi y Carles Asensio , es decir, solo dos jugadores de la campaña anterior en pista.

De salida el Sant Joan se puso a hacer una defensa 3:3, algo rarísimo para un partido de pretemporada, pero evidentemente sorprendió al equipo de Javier Laguna, que comenzó perdiendo 0-4 después de tres fallos en lanzamientos fáciles a portería.

Ocho minutos tardó en llegar el primer gol alarquista y fue a manos de Jota, el capitán, que supo encontrar hueco en el 3:3 defensivo visitante.

El choque tuvo que disputarse a puerta cerrada. El choque tuvo que disputarse a puerta cerrada. - Foto: Tomás Fernández de MoyaUn nuevo gol de Jota Serrano conseguía el 2-6 y parecía aplacar un tanto los ánimos ofensivos locales, mientras que la defensa empezaba a dar muestras de contundencia.

Pero seguían los errores fáciles en el lanzamiento y así, el Sant Joan, jugando bien sus ataques, se mantenía con una cómoda ventaja en el marcador, 2-7 en el minuto 10.

El partido seguía en el terreno que quería Sant Joan, con una defensa casi individual, muy pegajosa que desquiciaba a los atacantes alarquistas que poco a poco iban dando sensación de encontrar más fácil el camino del gol.

- Foto: Tomás Fernández de MoyaPero Javier Laguna, lógicamente, no lo veía claro y pedía un tiempo muerto con 5-10 en el marcador porque su equipo estaba muy atascado en ataque y aunque parecía algo mejor en defensa, el caso es que casi cada lanzamiento del rival terminaba en las redes defendidas (con grandes intervenciones) por Adrián Torres.

Poco a poco, Laguna fue introduciendo cambios. Sant Joan seguía a lo suyo, defendiendo en 3:3 y encontrando huecos para el lanzamiento por lo que las distancias se mantenían en el marcador, pero el Alarcos se iba desperezando y encontrando las claves para enfrentarse a una defensa muy, muy extraña a estas alturas de pretemporada.

Al final del primer tiempo 13-18, en una primera mitad muy extraña con el Sant Joan dándolo todo en cada acción y un Alarcos intentando coger ritmo competitivo.

La segunda mitad comenzó con el mismo escenario, pero daba la sensación de que Alarcos, en el vestuario, había cogido ideas para atacar el 3:3 y daban resultado . No en vano, en cuatro minutos obligaban al tiempo muerto del Sant Joan porque la ventaja se había quedado en dos goles, 18-20.

Pero una exclusión local cortó la remontada y daba de nuevo cuatro de ventaja al equipo alicantino, 18-22 (minuto 37) .

La diferencia se estabilizó en esos cuatro goles porque Alarcos seguía fallando mucho y a Sant Joan, que parecía más rodado, le salía todo en ataque.

El partido estaba loco. Y el Sant Joan estaba mucho más cómodo que un Alarcos que, además ya jugaba con juveniles para que todos los jugadores fueran cogiendo minutos. La distancia en el marcador se disparó 21-28 (minuto 46), obligando a Javier Laguna a pedir un nuevo tiempo muerto para, al menos, cambiar la cara a sus jugadores, que estaban muy perdidos en la pista.

Nuevo arreón ciudadrealeño con un parcial de 3-0 para volver a los cuatro de desventaja en el minuto 49 y Sant Joan con cuatro jugadores de campo.

Y aprovechando la coyuntura, Alarcos se puso dos goles por debajo a falta de ocho minutos.

La remontada parecía posible, pero al final, habiendo estado a un gol, llegaron cuatro imprecisiones que propiciaron goles fáciles del Sant Joan que terminaron ganando el partido por 31-33.