Poco a poco se van despejando las incógnitas de cómo será la temporada 2020-21 en Tercera División. Así, y tras elegir el fin de semana del 17-18 de octubre como punto de arranque de la competición, el presidente de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, Pablo Burillo, se reunió ayer con los clubes de forma telemática para presentarles, entre otras cuestiones relacionadas con el protocolo, el Programa Impulso 23 y la mutualidad, el borrador de formato de competición que la Federación Española deberá aprobar el próximo lunes. 

En líneas generales, los 22 equipos quedan divididos en dos grupos por proximidad geográfica y los tres ascensos a Segunda B y los seis descensos a Preferente se decidirán en tres fases.

La primera fase se disputará en forma de liguilla todos contra todos a doble vuelta. Los cinco equipos de la provincia han quedado encuadrados en el Grupo 1: Calvo Sotelo, La Solana, Manchego, Almagro y Manzanares, junto a equipos de Albacete (Atlético Albacete, Ibañés, La Roda, Almansa y Huracán de Balazote) más el Quintanar del Rey.

Los tres primeros de cada grupo lucharán por el ascenso a Segunda B. Así, se formará un grupo (denominado rojo) de seis equipos donde se arrastrarán los resultados ante los rivales directos de la primera fase. Los dos primeros subirán directamente.

Los cuartos, quintos y sextos de la primera fase formarán otro grupo (amarillo) en esta segunda fase y los dos mejores al término de la misma pasarán a la fase 3, donde se jugarán la otra plaza de ascenso en forma de eliminatorias directas con los cuatro equipos que no lograron el ascenso del grupo rojo.

DESCENSO. Por lo que se refiere al descenso, del séptimo al undécimo de cada grupo de la primera fase formarán el grupo azul. Serán diez equipos que jugarán entre sí para evitar esas seis plazas de descenso a Primera Preferente.