La contratación de seguros alcanza a 96.000 parcelas

Manuela Lillo
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Agroseguro señala la tendencia al alza registrada en la provincia aunque detalla que está condicionada en gran parte por el cereal. La viña es el cultivo más asegurado

Imagen de una viña anegada. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Los efectos de la depresión aislada en niveles altos (DANA) de la segunda semana de septiembre ha dejado unas consecuencias dramáticas en el país. Su ola de destrucción acabó con la vida de seis personas, además de causar infinidad de daños en municipios enteros, anegando viviendas y destrozando mobiliario y campo. Cuando un mal así azota la península, los seguros salen a relucir para afrontar los daños de las pérdidas, aunque no en todos los casos se cuenta con uno de ellos, tampoco en el campo, donde muchos agricultores han perdido su cosecha a causa de este voraz fenómeno meteorológico.

En concreto, la contratación de seguros agrarios alcanza en este 2019 a 96.214 parcelas en la provincia de Ciudad Real, por lo que cubre un total de 220.703 hectáreas, según los datos facilitados a este diario por el director territorial de Agroseguro, José Bernardo Rodríguez. Los datos ponen de relieve que la evolución de la contratación ha sido irregular, aunque se ha visto incrementada en un 10% en el número de parcelas, en relación con las 87.443 parcelas cubiertas en el año 2015, y en 2,41% en cuanto a superficie en relación con las 215.490 hectáreas aseguradas en el ejercicio 2015. 

El director territorial de Agroseguro explicó que en la provincia de Ciudad Real hay una cuestión que desvirtúa los datos en cuanto a contratación: el cereal. En concreto, explicó que cuando en otoño la siembra pinta bien, la contratación del seguro cae a la mitad; mientras que cuando en dicha estación del año las siembras del cereal no apuntan bien, aumenta la contratación del seguro. No obstante, indicó que «la contratación en general va subiendo, incluso en la viña, y también en las hortalizas». 

En el caso del viñedo, la cobertura del seguro puede estar «por encima del 60% en producción, pero en superficie no llegamos al 50%», dijo José Bernardo Rodríguez al mismo tiempo que explicó que se suelen asegurar las parcelas que más producción tienen. En el caso de los ajos la contratación llega a un 90 por ciento, del mismo modo que también en una alta proporción «las hortalizas porque el capital en riesgo es elevado». En el olivar, sin embargo, es «bajo en la región porque la sensación de riesgo es otra».

 

Cambio climático. Las evidentes transformaciones que está produciendo el cambio climático pueden cambiar a su vez el panorama del mundo de los seguros, habida cuenta de los imprevisibles fenómenos meteorológicos que se podrían producir en el futuro. «Grandes siniestros siempre ha habido, pero la sensación es que últimamente son más intensos y que afectan a más superficie», explicó el representante de Agroseguro. 

En cuanto a los posibles cambios que puede llevar aparejado el cambio climático en la contratación, José Bernardo Rodríguez explicó que para eso hay que tener en cuenta la revisión anual por líneas que se lleva a cabo en las condiciones del seguro español, que se diseña teniendo en cuenta a organizaciones agrarias o a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa). «Por lógica, el cambio climático tiene consecuencias», apuntó el representante de Agroseguro, quien matizó que, no obstante, se trata de un trabajo «técnico» en base a proyecciones de fenómenos registrados. 

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se refirió el pasado miércoles en Ciudad Real a los cinco millones de euros que destinan para ayudas a los seguros agrarios, un respiro después de un fenómeno devastador.