Con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra este domingo 10 de noviembre, la Diócesis de Ciudad Real ha dado cuenta de su labor pastoral, evangelizadora y asistencial y de los datos económicos relativos a 2018. Jesús Álvarez, ecónomo diocesano, e Isabel Oviedo, gerente diocesana, han informado en rueda de prensa de los recursos que ha obtenido la iglesia en Ciudad Real, que han ascendido a 18.740.087 euros. De esta cantidad, el 70,89% procede de aportaciones voluntarias de los fieles (13.284.091 euros), seguido del 16,41% que recibió de la asignación tributaria al marcar la ‘x’ de la iglesia en la renta.
El resto, el 12,70% (más de 3.075.000 euros) de los recursos económicos, tiene su origen en subvenciones recibidad de la administración pública, un montante que ascendió el pasado año a casi dos millones de euros.
“Es muy importante destacar que más de 87% de los ingresos con los que ha contado la Diócesis en el pasado ejercicio proceden de la aportación voluntaria de nuestros fieles, bien mediante la contribución directa o a través de la declaración de la renta para contribuir a la labor que desarrolla nuestra iglesia diocesana”, explicó Oviedo. Explicó que este año ha habido un desfase “natural” por la mayor intervención en la rehabilitación de templos y ermitas de la provincia. En este sentido, puntualizó que la inversión realizada en construcción y mantenimiento de edificios, así como reforma de los mismos durante 2018, ha ascendido a más de 2,5 millones de euros.
En el capítulo de gastos, la aplicación de recursos ha superado en 316.000 euros los recursos recibidos, una cantidad “que no supone desiquilibro alguno para el futuro de la diócesis”, indicó Oviedo. En total, la iglesia gastó en todo 2018 más de 19 millones de euros. La mayor parte (más de 6.105.000 euros) se ha destinado a actividades pastorales, a la misión evangelizadora de la iglesia, mientras que la actividad asistencial ha supuesto más de 4,2 millones. El resto de gastos se reparten entre la retribución del personal seglar, seguridad social y salario de sacerdotes y religiosos, así como el pago del IVA, cuya cifra osciló alrededor de los 2,5 millones.