Sostiene que la violó en la repetición del juicio

Pilar Muñoz
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El acusado lo niega y cuando el juicio en la Audiencia parecía una copia del de hace más de un año una amiga de la denunciante declara que la noche de autos le dijo «me voy con mi quesito»

El acusado, de nuevo ante el Tribunal

Un año y tres meses después de que fuera absuelto de un delito de agresión sexual y otro de amenazas se ha vuelto a sentar en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real Víctor G. R., de 22 años, para ser de nuevo enjuiciado por los mismos hechos denunciados en abril de 2018 en Porzuna y que le pueden costar hasta 15 años de prisión.  

El Tribunal de la Sección Segunda le absolvió en noviembre de 2019 al no poder dar como probado el delito por «existir serias dudas» de que el acusado empleara la fuerza o violencia que describió la denunciante para vencer su voluntad y mantener relaciones sexuales completas. En la sentencia se aludía a una prueba objetiva, el informe pericial de los forenses, que provocó  la duda en el Tribunal, ya que «contradecía el testimonio de la víctima».

La fiscal recurrió la sentencia y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ordenó repetir el juicio con otros magistrados.

Ayer, la denunciante sostuvo  ante el nuevo Tribunal que fue víctima de una agresión sexual violenta en Porzuna sobre las dos y cuarto de la madrugada del 15 de abril de 2018.  Se conocían desde los 12 años, desde el instituto. Empezaron a tontear, a darse besos, algún tocamiento... «Hasta los 17 años no tuvimos relaciones sexuales completas», declaró Alba L. Q., quien con igual sinceridad testificó que el acusado y ella no eran novios. Eran amigos y «tuvimos la primera relación sexual en marzo de 2018. Fue un sábado, salimos de fiesta y surgió». Fue consentida. Después hubo otra que empezó siendo voluntaria, pero en la que ya observó una conducta de él que no le gustó. «Quise pensar que se le había ido la mano, pero yo no quería eso», declaró. Trató de no volver a tener relaciones con el encausado. Sin embargo, la madrugada del 15 de abril de 2018 cuando Alba L. Q. estaba con unas amigas en la vivienda de una de ellas recibió mensajes de whatsapp de Víctor G. R. para verse. Según la versión de la joven, al negarse le dijo que la tenía grabada mientras mantenía relaciones sexuales. Se puso nerviosa y accedió para hablar con él e intentar que borrara el vídeo.

Él lo ha vuelto a negar ante el nuevo Tribunal. No la forzó ni la amenazó con la grabación. «No éramos novios, sólo teníamos una relación, un juego sexual consentido». Hasta aquí la versión del acusado coincide con la de la denunciante. Después cambia radicalmente. Ella asegura que aceptó verle cuando le dijo que la tenía grabada y al llegar donde habían quedado la empujó hasta un callejón, la llevó en volandas, la arrinconó y al negarse a hacer lo que él pretendía «me dio una bofetada y luego un golpe en la cabeza. Levantó el puño y sentí miedo. Empecé a toser y pensó que lo hacía como señal para que acudieran en mi ayuda, pero no era así. Me penetró vaginalmente, no hice nada voluntariamente. Me hizo la cruz sentenciándome. Me decía que de la cárcel se sale y tu seguirás en la calle», relató la denunciante que pidió  al Tribunal que el acusado no estuviera en la sala de vistas.

En la primera sesión del juicio también declararon su madre, la terapeuta que la asistió y la amiga que estaba con ella la noche del 15 de abril. La joven, testigo de la acusación particular ejercida por la perjudicada, sorprendió con su testimonio. Declaró que la noche de autos Alba le dijo «me voy a ver a mi quesito o voy a follarme a mi quesito, no recuerdo bien. Yo sabía que iban a hacer algo». El juicio continua hoy.