Bruselas da el primer paso para conseguir una UE de la salud

Agencias
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La Comisión busca mejorar la coordinación entre los Estados para dar una respuesta común ante futuras pandemias y reforzar el poder de las principales agencias dedicadas a la Sanidad

Los hospitales italianos se encuentran al borde del colapso. - Foto: Alessandro Di Marco

Mientras el coronavirus sigue sacudiendo el mundo y se buscan fórmulas para someter al Sars-CoV-2, la Comisión Europea lanzó ayer una propuesta para que la UE esté más preparada para afrontar futuras pandemias y otras crisis sanitarias internacionales. «Tenemos que aprender de las lecciones del año pasado y estar mejor preparados. Con la propuesta de hoy estamos dando los primeros pasos hacia una Unión Europea de la Salud, para actuar y apoyar a los Estados miembros en situaciones de graves amenazas transfronterizas para la salud», declaró la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides.

Ocho meses después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase una pandemia mundial, y con Europa inmersa en una segunda oleada de COVID-19 que ha generalizado los toques de queda y las restricciones sociales, Bruselas quiere crear una estructura europea para reforzar las futuras respuestas sanitarias.

El Ejecutivo comunitario subraya que no intenta arrogarse competencias sanitarias, que corresponden a los países, ni «combatir al virus con legislación», sino que quiere «cerrar las brechas» detectadas en los últimos 245 días y para ello propone mejorar la coordinación de los Veintisiete y reforzar el papel de las agencias sanitarias europeas. «Estaremos mejor preparados porque desarrollaremos planes europeos y nacionales de preparación y respuesta para crisis que auditaremos regularmente. Nos aseguraremos de que las existencias y los equipos (médicos) no solo estén en papel, sino también en la realidad», agregó Kyriakides.

La Comisión ha ido creando en estos últimos meses instrumentos sanitarios ad hoc para responder a la emergencia del coronavirus.

La conclusión ha sido que «la fragmentación hace a todos los países más vulnerables» y, por eso, Bruselas quiere que las capitales preparen planes nacionales de respuesta ante emergencias sanitarias y que estos se sometan a pruebas de estrés, en línea con instrumentos ya vigentes, como los planes nacionales de energía y clima o las pruebas de solvencia a los bancos.

Al límite

Una de las piezas centrales para analizar la evolución del coronavirus en la UE ha sido el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). Pero esa agencia, con una plantilla que no llega a las 300 personas y sin cambios legislativos profundos desde 2013, ha llegado «al límite de sus recursos y competencias».

La Comisión quiere que el ECDC desarrolle sistemas más integrados de vigilancia epidemiológica en tiempo real y que los países acepten que esa agencia emita recomendaciones no vinculantes y que plantee opciones de gestión de riesgos, y que cuente con un grupo de trabajo que pueda desplegar para ayudar a un Estado miembro en caso de emergencia.

El Ejecutivo comunitario, que también propone crear una nueva autoridad que pueda declarar una situación europea de emergencia, pide que se refuerce a la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Esa nueva EMA tendrá más capacidades para vigilar y mitigar el riesgo de escasez de medicamento, podrá brindar asesoramiento científico sobre fármacos o coordinar ensayos clínicos de vacunas.