La temperatura media en la capital aumentará hasta 6 grados

I. Ballestero
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Los termómetros han subido una media de 3,58 grados desde 1971 y subirán otros 3 grados más hasta el año 2050 si no se reduce el actual ritmo de emisiones

La temperatura media en la capital aumentará hasta 6 grados - Foto: Rueda Villaverde

La capital vivió la pasada semana un Domingo de Piñata pasado por una temperatura primaveral. De hecho, los termómetros en Ciudad Real alcanzaron la temperatura máxima en este invierno, 23,8 grados centígrados, y apenas una semana antes había puesto fin a una serie de diez días consecutivos con máximas por encima de los 20 grados entre finales del mes de febrero y principios de marzo. Eso, en un invierno seco con sólo nueve días de lluvia hasta ahora, y con apenas 28,4 litros por metro cuadrado recogidos en la capital. Un tiempo atípico para la estación más fría del año. ¿Atípico? Hasta hace poco, sí, pero quizá de ahora en adelante no lo sea tanto, ya que si la capital mantiene el ritmo actual de emisiones a la atmósfera la temperatura media crecerá más de 6,5 grados en sólo 80 años: ha aumentado 3,58 grados desde 1971 y lo hará en otros tres de aquí al año 2050. Son las cifras del calentamiento global en Ciudad Real.

El Observatorio de la Sostenibilidad situó a la capital provincial como la ciudad española en la que más ha subido la temperatura media en los últimos años, tal y como recogió ElPaís sobre la evolución de las temperaturas medias en 52 ciudades españolas. Ese informe, al que ha tenido acceso La Tribuna, va más allá y no sólo analiza la evolución pasada sino que proyecta el futuro para la capital en un escenario conservador, es decir, en el caso de que se mantenga el actual ritmo de emisiones a la atmósfera. En ese escenario, la temperatura media de Ciudad Real de aquí a 2050 subirá otros tres grados centígrados, lo que supondrá que en apenas 80 años, desde 1971, la temperatura media de la capital habrá subido casi 6,6 grados, pasando de los 12,9 de 1971 a los 19,48 del año 2050.

Hay expertos que eluden el gran titular y se quedan con el contenido del informe, con la tendencia más que con el encabezamiento. «No sé si Ciudad Real es la capital en la que más ha aumentado la temperatura en las últimas décadas porque la comparativa entre periodos no se puede acotar a pocos años», apuntó Manuel de Castro, director del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), «pero es indudable que existe una tendencia, y que esa tendencia es hacia una subida de las temperaturas». De Castro también recopila datos y realiza sus propios análisis en cuatro de las capitales de provincia de la región y en Molina de Aragón, dentro de la provincia de Guadalajara, y en sus informes las diferencias entre las capitales «son pequeñas», pero hay una evidencia clara: «hay una tendencia al aumento de temperaturas de alrededor de medio grado en cada década», lo que supone un calentamiento global «que en poco tiempo será excesivo si no le ponemos remedio». A razón de esa tendencia, el aumento de temperatura en Ciudad Real desde los años 70 está entre los dos y los dos grados y medio, y de aquí a 2050 podría aumentar entre un grado y medio y dos más en un contexto de subida «que no parece que vaya a frenarse en las próximas décadas», lamentó De Castro.

Junto al aumento de temperaturas, el informe del Observatorio de la Sostenibilidad alerta de una caída en las precipitaciones que en el caso de Ciudad Real sería en torno a 110 litros por metro cuadrado, en una capital donde la media de precipitaciones, según la Aemet, de los últimos años se sitúa en 402 litros por metro cuadrado. Es decir, que el calentamiento amenaza también con reducir en torno a un 25 por ciento las precipitaciones.

El problema existe y la comunidad científica «lo ha diagnosticado». De hecho, también se conocen las soluciones, que se recogen habitualmente en las conclusiones de las diferentes cumbres sobre el clima o en los Acuerdos de París. «El problema es que las soluciones son globales, no sirve con ponerlas en práctica en un sólo país», aseguró el profesor de la UCLM, que advirtió también sobre el peligro de la corriente negacionista. «Ponen en cuestión que los efectos tengan algo que ver con la acción del hombre, eso es ir contra la ciencia», afirmó Manuel de Castro.