La Guardia Civil tiene censadas 68.430 armas en la provincia de Ciudad Real, una por cada siete habitantes. El 80% son escopetas, un 15% rifles y el resto se reparte entre pistolas, revólveres y de tiro deportivo principalmente. También hay un centenar en manos de las empresas de seguridad privada.

En el último año se han concedido 5.257 licencias, entre nuevas y renovaciones. De las autorizadas, 3.341 son para tenencia de escopetas y 1.625 para rifles. En este apartado de gestión, la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Ciudad Real ha sido felicitada por la Secretaría de Estado y Seguridad del Ministerio del Interior por el elevado índice de resolución, uno de los mejores de España al conceder licencias en un tiempo récord, entre 12 y 15 días.

El número de armamento depositado en las dependencias de la Intervención de Armas se eleva a 3.825. El 55% (2.150) ha sido porque ha caducado la licencia,  por ser intervenidas o por fallecimiento de los propietarios. 

«Este año lamentablemente han fallecido muchas personas mayores que han sido cazadores y tenían armas que han acabado en la Comandancia tras entregarlas los familiares», indican a La Tribuna el brigada Hernán y el cabo primero Francisco Martínez en las dependencias destinadas a custodiar un auténtico arsenal. El depósito está hasta arriba. Hay armas con ‘ruina’ (usadas en crímenes, atracos), intervenidas por distintos motivos o delitos, a expensas de pasar a otras manos o  llevadas a una fundición para ser reducidas a chatarra. Actualmente hay 464 para subastar y 511 para chatarra. La intención de la Comandancia es organizar una subasta el año que viene con todas las armas que tienen almacenadas. 

Por último, indicar que las armas blancas intervenidas se elevan a 881.