El regreso  de la UD Socuéllamos a la Segunda División B está siendo especialmente complicado para su capitán, Jacinto. El defensa se lesionó el 1 de noviembre  en el encuentro ante el Talavera, y justo una vuelta después y tres meses más tarde, este domingo reaparecía para disputar unos minutos e ir recobrando sensaciones. Por medio, unos pocos minutos en el choque ante el Melilla el 29 de noviembre, donde vio que algo no funcionaba bien en su pierna izquierda. 

Así, lo que apuntaba a una microrrotura que no terminaba de cerrarse era en realidad una lesión mucho más grave que pudo diagnosticarse tras dos resonancias magnéticas. El defensa central socuellamino sufría en realidad una rotura en el tendón del recto, lesión que ha llevado, por ejemplo,  a Andrés Iniesta al quirófano, pero el final del túnel llegó este domingo, cuando Manolo Martínez recurría a él para achicar las embestidas finales del Talavera, con continuos balones colgados al área (0-0).

«Me sentí cómodo y no sentí dolor. Llevaba un tiempo entrenando, pero no es lo mismo que jugar. Ya estoy a tope», asegura Jacinto.

Con su recuperación y la de otros jugadores como Iker Berruezo, «el equipo va ganando en competitividad porque los entrenamientos son de más calidad y eso se refleja después en el campo», confiesa.

Tras pasar semanas anímicamente complicadas, especialmente tras la recaída en Melilla, Jacinto llega a tiempo a la fase decisiva de la campaña. Este domingo recibirá al recién ascendido Villanovense, conjunto menos goleado del grupo y que es segundo, con seis puntos más que los socuellaminos. 

«Será un partido a cara de perro, muy complicado, pero en casa hay que hacerse fuertes», explica. Yes que en las seis jornadas que restan hasta la conclusión de la primera fase, cuatro son en casa (Villanovense, Melilla, Villarrubia y Extremadura) y dos fuera (Mérida y Don Benito). Las posiciones de salvación están ahora a dos puntos, «así que llega el momento clave y es cuando más unidos debemos estar», sentencia.