Un viaje a los infiernos

Europa Press
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Mario Casas aterriza en el Festival de Sitges con el 'thriller' 'No matarás', de David Victori

Un viaje a los infiernos - Foto: Susanna Sáez

Una experiencia que «le ha cambiado su forma de concebir la interpretación». Así define Mario Casas su trabajo como protagonista de un «viaje a los infiernos» en el thriller No matarás, del director David Victori. La cinta pudo verse ayer en el Sitges Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña. «Ha sido algo real. Me he dado cuenta de lo que debería ser la interpretación» con esta película, afirmó el actor tras la proyección.

En el filme -que se estrenará en los cines el próximo día 16-, Casas encarna a Dani, un joven que acaba de perder a su padre del que ejercía de cuidador y que se prepara para dar la vuelta al mundo, pero un encuentro en un bar con una joven, a la que da vida la debutante Milena Smit, le hace entrar en una imparable espiral de alcohol, sexo y violencia en la que se cuestiona sus principios.

El intérprete explicó que el director había hecho que los actores salieran de su zona de confort para dotar de «verdad» a la cinta, y afirmó que, por ejemplo, él no conoció a Milena Smit hasta que rodaron la escena de su encuentro.

«Es muy difícil que una productora deje a un director hacer lo que le dé la gana», subrayó Casas, para quien el filme de Victori ha hecho que construyera un vehículo en el que el actor solo tiene que elegir el camino.

De hecho, el trabajo junto a Victori ha hecho que le haya «picado más el gusanillo» de dirigir, manifestó el madrileño, apuntando que a cualquier actor le gustaría dirigir, y que se había ido fijando mucho en No matarás porque es una forma de entender el cine.

Victori aseveró que había querido reflejar en la película un viaje a los infiernos personal a partir de un efecto dominó, y en el que el espectador tenga «un papel activo y vaya empujando al personaje», hasta el punto de crear una complicidad. Así, admitió que el filme transgrede límites en su forma para dotar de mayor veracidad a la «bola de nieve» que arrastra la cinta, y apuntó que puede haber ecos a la serie The night of o a películas como Corre Lola corre, pero de una forma inconsciente.

Finalmente, el cineasta remarcó el papel de Milena Smit, sin ninguna experiencia en el cine y con la que contactaron vía Instagram cuando era recepcionista de un hotel, y sostuvo que la joven ha sido clave para explorar la «verdad» que querían encontrar con la película.

Y, en la línea apuntada por Casas, concluyó que la película ha sido una especie de catarsis para sus participantes.