La convocatoria de la Mesa Regional del Agua tendrá que esperar. Las elecciones -ya se sabe- trastocan muchas cosas, y una de ellas es la apertura de este espacio de negociación entre partidos políticos y agentes implicados en la gestión hídrica al objeto de alcanzar una posición única de defensa de los intereses de Castilla-La Mancha en esta materia.

El Gobierno regional, tras la convocatoria electoral del 10 de noviembre, considera «inteligente» no mezclar la campaña con la búsqueda de consenso en torno al agua, aunque si bien se desconocía la fecha en la que se iba a convocar este nuevo órgano.

 A preguntas de los periodistas, la portavoz del Ejecutivo castellano-manchego, Blanca Fernández, indicó que el objetivo de retrasar la convocatoria de la mesa es «no convertir el agua en un elemento de confrontación». «El Gobierno quiere soluciones y la mesa hay que sacarla fuera de la contienda electoral», recalcó, al tiempo que apostilló que «no pasa nada por esperar un mes, si hay voluntad por tener una voz única».

PP y Cs lo critican y el PSOE lo ve razonable. El PP y Ciudadanos en las Cortes rechazaron que el Gobierno haya decidido retrasar la reunión de la Mesa, si bien el PSOE opinó que es lo razonable.

El diputado ‘popular’ Miguel Ángel Rodríguez acusó a los socialistas de hacer «política de postureo» en materia hídrica. Igualmente, dijo que siempre que el PSOE ha gobernado en la región ha «utilizado» el agua para «buscar el enfrentamiento» entre regiones y entre los propios habitantes de Castilla-La Mancha.

Dicho esto, aseguró que «el más interesado» en que haya trasvases es el Ejecutivo regional y lamentó que en uno de los años hidrológicos más secos, el Gobierno de Pedro Sánchez «ha autorizado más envíos de agua que nunca».

Por su parte, el diputado de Cs David Muñoz  criticó el «electoralismo» que a su modo de ver practica el PSOE con este tema y denunció que «cuando gobierna el PP enEspaña se mete mucha caña con el agua, pero cuando gobierna el PSOE se mete poca caña».

Por último, el socialista Fernando Mora hizo hincapié en que posponerla «no debería suponer problema alguno» y consideró que es «una cuestión razonable». Explicó que, de lo contrario, podría convertirse «en lo que se convierte cualquier acción cuando hay elecciones», ya que podrían primar los intereses partidistas por encima de los intereses de Castilla-La Mancha.