Ensordecedor fin de fiesta

M. Sierra
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Los tambores de Hellín ponen un sonoro broche a la 42 edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro en la plaza Mayor

Ensordecedor fin de fiesta

A las diez en punto de esta noche el murmullo habitual de la plaza Mayor de Almagro en julio, justo antes de cada función, se ha roto por el ensorcedor repique de tambores de Hellína. Por la calle del Ayuntamiento, vestidos de negro y acompañados de su tambor y de una tradición heredada de generación en generación , la Asociación de peñas de tamborileros de Hellín ha tomado el centro de la villa almagreña recién estrenada la noche para poner el broche más a la 42 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. La actuación apenas ha durado media hora que ha sido el tiempo suficiente para entender por qué esta tamborada es patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco. Y eso que solo ha acudido a Almagro una pequeña representación de esta tamborada, medio centenar de tamborileros. Un pequeño aperitivo si tenemos en cuenta que en Hellín la quedada anual habla de más de 20.000 tambores.

Tras una exhibición de solos de tambor y distintos tipos de repiques sobre el escenario de la plaza Mayor, la Asociación de peñas de tamborileros de Hellín ha vuelto a la plaza para implicarse con el público, endulzando su noche con caramelos e invitando a grandes y pequeños a tocar el tambor.