La caza mayor se fortalece frente al declive de la menor

C. de la Cruz
-

Las asociaciones cinegéticas realizan un desigual balance con el aumento de poblaciones de jabalíes y ciervos, aunque ponen el punto de mira en el descenso de las aves migratorias

La caza mayor se fortalece frente al declive de la menor

La temporada de caza en la región bajaba ayer el telón con un balance desigual dependiendo de las especies y de la modalidad cinegética, y es que si la tendencia de la caza mayor es estable e incluso en aumento, en la caza menor sucede todo lo contrario. 

La propia Federación de Caza de Castilla-La Mancha reconoce que los resultados en la caza menor, focalizada en la tórtola, la codorniz y la paloma torcaz, «han sido muy desiguales», mientras que se destaca el «auge en todas las especies» de caza mayor. Su presidente, Agustín Rabadán, destaca que ciervos, gamos, muflones, corzos y jabalíes, que «están colonizando zonas donde antes no existían o su presencia era meramente testimonial». 

El presidente de la Asociación de Titulares de Cotos, Cazadores y Actividades Afines al sector Cinegético de Castilla-La Mancha (Atica), Juan Caballero, también señala que «la caza mayor se ha mantenido en su línea habitual en cotos cercados», aunque añade que «en las zonas abiertas cada día hay menos cervuno»; la razón, que «el abuso en la caza de hembras, de años, se deja notar». 

En la misma línea, Luis Fernando Villanueva, presidente de la Fundación Artemisan, explica que «es una dinámica que se produce en la última década, un incremento de la caza mayor que la que sostiene una buena parte la actividad socieconómica cinegética en Castilla-La Mancha». 

Entre las especies, desde Artemisan se explica que jabalí y ciervo tienen un peso específico en la caza mayor de la provincia. 

CAZA MENOR. La temporada de caza menor concluía con anterioridad a la de caza mayor, aunque en el caso de la perdiz roja se mantiene hasta el 5 de marzo en algunos municipios. Juan Caballero destaca que «la caza menor, en general, sigue en línea descendente, excepto unos pocos acotados que gestionan personas con buen poder adquisitivo». Una de los motivos del descenso del número de ejemplares de caza menor es «la abundancia de predadores. Hay predadores alóctonos como son los casos de perros y especialmente gatos asilvestrados que están sin control, lo que hace que disminuya el número de cazadores y con ello las visitas turísticas. Es necesario que la política para controlar depredadores se racionalice». 

En la misma línea, Luis Fernando Villanueva señala que «en la caza menor hay un declive generalizado», y añade que «hay una serie de cotos con un perfil muy social que siguen intentando mantener con esfuerzos importantes poblaciones de perdiz, pero cada vez es más difícil y por eso instamos al Gobierno regional a tomar medidas para atajar este problema», mantiene Villanueva.

Por especies, la ‘reina’ en la provincia es la perdiz, además de la liebre y conejo, señala Villanueva, que también recuerda que «la liebre ha sufrido pérdidas de más de un 60 por ciento de su población en algunos cotos por la maximatosis, y en algunos casos llega al cien por cien. Nos sentimos solos», además de que el conejo «se ha desplazado hacia zonas agrarias, que es precisamente donde no los queremos tener».