La nueva ruta de la peña ecuestre

D.F.
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Una treintena de caballos con sus jinetes y cuatro calesas partieron del parque de Gasset para recorrer las calles de la ciudad en fiestas

La nueva ruta de la peña ecuestre - Foto: Pablo Lorente

Una treintena de caballos y cuatro calesas sorprendieron a quienes salieron a las calles de Ciudad Real durante la mañana de ayer. Eran los integrantes de la Peña Amigos del Caballo Nuestra Señora de Alarcos que afrontaba su ya tradicional recorrido en la feria de Ciudad Real, 23 ediciones ya, con la dulcinea, Fátima de la Flor y sus damas de honor como invitadas especiales.

La cabalgada estrenaba punto de salida, puesto que se organizó desde el parque de Gasset, en lugar desde la plaza de Toros, que se convirtió en inviable por la instalación de un bar box en la glorieta de Juan Pérez de Ayala.

En este sentido la presidenta de la peña, Teresa Chico, reconoció ante los medios de comunicación que buscaban un recinto cerrado, que en el caso de que algún caballo se pusiera nervioso, fuera fácil volver a controlarlo.

En cualquier caso, los caballos volvieron a pasar por delante del centenario coso ciudadrealeño, pero esta vez sin llegar a detenerse en el que fue su punto de reunión durante muchos años.

Chico detalló que la agrupación va bajando en su número de socios, con lo que actualmente cuenta con unos 40, antes de explicar que no todos los que acuden a este acto con sus monturas son socios, puesto que también llegan jinetes de otros pueblos, que a su vez invitan a los integrantes de la peña ciudadrealeña a las concentraciones ecuestres que organizan.

El largo recorrido tiene su punto álgido en la calle Hidalgos, donde la comitiva se detiene por unos minutos mientras los caballistas toman un aperitivo y conversan con los curiosos que les rodean. Al paso por lugares como el paseo del Prado, los niños que en esos momentos jugaban en zona infantil corrieron hacia la barandilla que delimita el paseo para disfrutar así de la majestuosa estampa de estos animales.

Entre los invitados de la peña, Patricia Gozalo, una de las damas de honor de la dulcinea, reconoció: «A mí me gustan mucho los caballos, pero siempre desde abajo, me dan mucho respeto», pese a lo cual se mostraba encantada de estar en la cabalgada desde una calesa.

Entre los jinetes reunidos en el parque de Gasset se encontraba Jesús Villalba, todo un veterano de esta concentración. «Por lo menos llevo 20 años con esto».

Para él acudir a esta cita, «tiene el atractivo de dar un paseo a caballo en el que te rodea gente conocida, los que vienen participando son amigos», aunque lamentó que se haya perdido la cena de convivencia que seguía a este recorrido.

El jinete precisa que es propietario de dos caballos, a los que va alternando para acudir a uno u otro acto.