La difusión de un vídeo grabado desde uno de los furgones policiales que el pasado viernes trasladó a los líderes del procés desde la prisión de Lledoners (Barcelona) hasta el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid) de cara al inicio del juicio del procés ha soliviantado a los independentistas, que consideran esta acción «una grave humillación» de los imputados, por lo que las defensas de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez solicitaron ayer su libertad provisional.
En un escrito presentado ante el Tribunal Supremo, el abogado de los tres acusados, Jordi Pina, denuncia la «actuación abiertamente irregular» que mantuvieron «uno o varios agentes de la Guardia Civil» durante el viaje. Según indica, en el vídeo se escuchan claramente las «risas de mofa» de los agentes: «Es evidente que estos funcionarios no pueden captar imágenes -y menos con fines de burla y humillación- de aquellas actuaciones en las que intervienen, ni en general realizar comportamientos de vejación para cualquier ciudadano».