El caso del bilbaíno es muy similar al del argamasillero Vicente García de Mateos (Louletano), que este miércoles empieza su participación en la Vuelta al Algarve. El manchego recibió una suspensión cautelar de tres meses de su licencia (del 27 de junio al 27 de septiembre) por presuntas irregularidades en su pasaporte biológico por parte de la AEPSAD. Sin embargo, el TAD, al que recurrió el ciclista de Argamasilla de Alba, anuló cautelarmente esta suspensión, lo que le permitió disputar, por ejemplo, la Vuelta a Portugal, donde ganó tres etapas y la regularidad y quedó tercero de la general.

El TAD, al menos, oficialmente, no ha resuelto el caso de Vicente García de Mateos, pero sí lo ha hecho en el caso de Ibai Salas, que supuestamente también presentaba irregularidades en su pasaporte biológico. El TAD estima ahora que «el pasaporte biológico no es suficiente para probar la comisión de una infracción. Se trata de un medio de prueba, no de la evidencia en sí. No demuestra el consumo o uso de sustancias o métodos prohibidos». 

Los casos de Ibai Salas y Vicente García de Mateos fueron los dos primeros que registró el pasaporte biológico instaurado por la Agencia Antidopaje para los deportistas españoles. Ahora el TAD ha anulado la suspensión a Ibai Salas y falta por conocer qué hará con el caso de Vicente García de Mateos.