El turismo perdió en 2019 más de 10.000 viajeros nacionales

C. de la Cruz
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La provincia registró más de 429.000 visitantes en lo que fue el quinto mejor ejercicio de la serie histórica a pesar de contabilizar una importante pérdida de turistas residentes en España

El turismo perdió en 2019 más de 10.000 viajeros nacionales - Foto: Pablo Lorente

El sector turístico del  provincia saca pecho, aunque tiene importantes motivos para la reflexión.  A lo largo de 2019 se registraron 429.635 visitantes, los cuales realizaron una media de 1,6 pernoctaciones. Los números no son tan rotundos como en 2018, cuando se alcanzaron cifras que permitían regresar a los tiempos previos de la crisis, pero en plena celebración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) Ciudad Real tiene motivos para sentirse satisfecho, aunque en el horizonte cabe meditar sobre la pérdida de 10.557 viajeros residentes en España.

Los datos que ofrece la coyuntura turística hotelera que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que 2019 fue el quinto mejor año de la serie histórica, que tiene sus hitos en el siguiente orden: en 2007 y 2008 se superaron los 450.000 visitantes y en 2018 y 2005 se sobrepasaban los 430.000.

La tendencia estable, a pesar de contabilizar 7.762 turistas menos, se advierte en unas estancias medias que apenas sufren variaciones, con 1,67 pernoctaciones por viajero, en la línea del resto de provincias. Castilla-La Mancha se presenta como un territorio que acoge mayoritariamente visitantes en los fines de semana presentando una media de 1,68 noches en espacios hoteleros por viajero. El problema surge cuando se produce la comparación con otras comunidades autónomas: Castilla-La Mancha registró el peor dato de grado de ocupación con un 32,9 por ciento, muy lejos del otro extremo que fijaba Baleares con un 75,5 por ciento.

La respuesta se encuentra en el perfil del viajero: el turismo nacional de periodos cortos vacacionales impera dentro de las fronteras de la comunidad. A pesar de los más 3,8 millones de pernoctaciones de 2019 en la región a través de la visita de más de 2,2 millones de turistas en lo que supone el sexto récord consecutivo de visitantes alojados, sólo el 19,4  por ciento fueron de residentes en el extranjero.

Al extrapolar los datos la diferencia se acentúa en Ciudad Real. El 14 por ciento de los visitantes fueron de ciudadanos no residentes en España, que firmaron el 13,6 por ciento de las pernoctaciones.

Ganar turistas foráneos es una tarea hercúlea que requiere de un enorme trabajo de promoción, pero obtenía su recompensa en 2019 al sumar 2.795 viajeros extranjeros más que en el año anterior.

Eso sí, y como principal signo negativo del sector en la provincia, Ciudad Real perdió turismo patrio, concretamente10.557 visitantes nacionales menos que en 2018. Mirar hacia fuera supuso descuidar el interior, una balanza siempre en difícil equilibrio.

Por comunidades autónomas, nuestros principales ‘invitados’ fueron, por este orden, madrileños (27 por ciento), andaluces (17,18 por ciento), valencianos (10 por ciento) y catalanes (7,6 por ciento), además de los propios castellano-manchegos (17,6 por ciento).

turismo natural y cultural. Las empresas del sector turístico son las que mejor conocen la situación diaria de un ámbito sujeto a importantes fluctuaciones mensuales.

La empresa Destinos Manchegos cumple veinte años en este 2020, una auténtica proeza en un periodo en el que «hemos sufrido muchos bandazos», tal y como señala su director comercial, Jesús Pozuelo.

Su ámbito de trabajo son los parques nacionales de Las Tablas de Daimiel,  Cabañeros, el parque natural de las Lagunas de Ruidera, además de intermediar  servicios de visitas turísticas a Almagro, Campo de Criptana y Calzada de Calatrava, entre otros puntos.

Pozuelo destaca ante todo la importancia del turismo natural. Sobre Cabañeros resalta que es el parque nacional menos visitado de toda España, «aunque es verdad que está en crecimiento. Es verdad que es un parque nacional de 1995 y le queda mucho trayecto por delante», pero por otra parte también «es algo que valora el visitante al encontrar un parque nacional que no está masificado». La berrea, Semana Santa y puentes festivos son los picos de mayor afluencia.

Pero la tendencia «alcista» de Cabañeros contrasta con las Tablas de Daimiel, «hemos estado bien de 2010 a 2018 coincidiendo con la buena situación hídrica, pero en 2019 fue todo muy mal y la tendencia de visitantes, tras perder 40.000 viajeros, es muy baja». Las Tablas se quedaron en 145.000 viajeros en 2019, y Cabañeros se quedó en torno a 110.000 visitantes, resalta Pozuelo.

El mal estado hídrico del Parque Nacional de Las Tablas afecta al entorno: «Almagro funciona muy bien, pero perdemos una ‘pata’ importante con Daimiel porque muchos viajeros hacen visitas a varios espacios en un mismo día». Es más, avanza que «si no entra agua va a ser un año muy duro». Sobre Ruidera añade que «funciona muy bien».

Desde Destinos Manchegos, y sobre el turismo cultural, destaca Almagro, el castillo de Calatrava la Nueva, Villanueva de los Infantes y Campo de Criptana, que «son los lugares más demandados».

Desde Calambur Experience, que organiza visitas guiadas al Campo de Montiel, con Villanueva de los Infantes a la cabeza, se señala que «lo más habitual es que lleguen grupos de diferentes asociaciones que suelen visitar varios pueblos en un mismo día». Damián Solís, uno de los responsables de  la empresa, añade que «en menor medida también llegan parejas y familias».  Eso sí, mayoritariamente los viajeros «son de fuera, de Madrid, Jaén, Albacete y Valencia, de la provincia vienen muy poco». Con todo, «no podemos vivir de esto, nos gustaría pero hoy por hoy es imposible».