Todo eso pese a que el mes de junio marcó, según el INE, un retroceso con respecto a mayo, con 54 operaciones cerradas menos, esto es, un descenso del 16 por ciento.
Al cierre del primer semestre, habían cambiado de manos 1.836 viviendas en la provincia, 200 más que hace un año. El mercado, a día de hoy, demanda vivienda de segunda mano, en un 85% de los casos, frente a la nueva obra, que apenas protagonizan el 15% de las transacciones. En 2009, en pleno boom, las ventas de casas a estrenar suponían más del 50% del total. El mercado, libre, con el 91% de la actividad arrincona a las ventas de vivienda protegida.