La batalla diaria del comercio tradicional

C. de la Cruz
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La estabilidad, una 'rara avis' dentro de un ámbito en el que la supervivencia y la incertidumbre son constantes habituales

Pilar Sánchez, de Floristeria Pife - Foto: Tomás Fernández de Moya

La incertidumbre de los establecimientos tradicionales, la tranquilidad de los comercios asentando y la ilusión de los recién llegados. La radiografía de los locales comerciales en las calles céntricas de Ciudad Real es tan diversa como el empresario que atiende al cliente, aunque detrás de cada de opinión se esconde una misma sensación: expectación, una espera tensa ante lo que pueda deparar este 2020.

La Tintorería Madrileña abría sus puertas en 1903 en la calle Cuchillería, hoy rebautizada como Carlos Vázquez, y desde el nuevo milenio atiende a sus clientes en calle La Mata. Jesús Orozco, en la cuarta generación del negocio, reconoce que «hay muchos locales vacíos, sigue costando mucho». Por su tipo de negocio señala que «enero y febrero son muy flojos, hasta que no llegue marzo no arrancamos», pero ante todo destaca que «menos mal que el local es nuestro, si no sería complicadísimo. Cada vez hay más trabas y también más cargas».

Tras un negocio centenario, otro que hunde sus raíces en el siglo pasado. En el Despacho de pan Concha, que ha colgado el cartel de  traspaso en su escaparate, Emilio Carrero sigue mostrando su sonrisa a todo aquel que traspasa las puertas de este pequeño local. «Me jubilo y tengo intención de alquilarlo», señala Emilio, que añade que «no hay relevo generacional». Desde mediados de los años 70 ofrece sus conocidas ‘pelotas’ (bolas rellenas de crema), pero dice que el momento duro «ha sido la crisis, no se sale». Entre los grandes enemigos, «las franquicias». «Aquí damos buena calidad, y lo que hacemos no lo tienen los demás, es artesano, pero la gente se va a los grandes supermercados». El suyo, un ejercicio de supervivencia.

Cristina Hidalgo y Cristina Gil (derecha), de La Maison de Té y CaféCristina Hidalgo y Cristina Gil (derecha), de La Maison de Té y Café - Foto: Tomás Fernández de MoyaOtro de los comercios que combate contra la dura realidad es la Carnicería Candi, abierta en 1984 en la calle Palma. Rosa Encinar señala que «esta calle va de capa caída. Antes era un boom y ahora está todo muy parado. Con seguir como hasta ahora me conformo». Tras la Navidad, un momento al alza, toca  aguantar un mes de enero complicado para el consumo alimentario.

Daig Novias, en calle Calatrava, también cuenta con una dilatada trayectoria. Se ubica en una de las zonas más complicadas, en la calle Elisa Cendrero haciendo esquina con una calle Calatrava que es una de la vías que más locales vacíos acumula en su tramo hacia la ronda. «Antes era una de las calles más comerciales de Ciudad Real, pero en los últimos años desde esta parte hacia la universidad se cierran muchos sitios», señala Carmen Ramírez, que añade que «nos suben los alquileres, nos suben la luz, nos suben todo, y cada vez tenemos que vender más barato». Uno de los problemas que indica Carmen, con Daig Novias abierto desde 1980, es que «la crisis no ha pasado. Nosotros trabajamos con textiles de España y cada vez cierran más fábricas». Al igual que otros pequeños empresarios, «las grandes firmas y el comercio online» son puntos que han incidido negativamente.

Si el alquiler es una pesadilla, contar con un local propio es la salvación. Francisco Jesús Navarro, propietario del Bar Castilla de la calle La Mata, reconoce que «funcionamos porque era un local de mis padres, si no fuera así sería muy difícil porque ahora son las franquicias las que mandan». En todo caso, con el bar abierto desde 1978, admite que «ahora se nota que hay más mejoría, en la crisis se pasó muy mal y se aprecia que la gente vive más el día a día, consume más».

 

Adaptación. La floristería Pife es un ejemplo de adaptación. Anteriormente estaba ubicado en el número 5 de la calle Calatrava, tramo que va a ser peatonalizado este mismo año, y ha realizado un viaje de apenas un centenar de metros hasta el número 16 de la misma vía. Pilar Sánchez señala que el traslado se ha debido al temor a las consecuencias de dejar el tramo inicial de la calle Calatrava como peatonal, a lo que se suma que «también contamos con página web y pedidos online».

Jesús Orozco, de la Tintorería MadrileñaJesús Orozco, de la Tintorería Madrileña - Foto: Tomás Fernández de MoyaComo ejemplo de negocio completamente consolidado, Burguer Rayfer, en la calle Hidalgos. Julio César Fernández afirma que «nos mantenemos bien desde que abrimos en 1988» y espera «continuar  así este año, esta calle  es un muy buen sitio». De la misma forma, aunque con un producto totalmente distinto, Exchange, de la franquicia webuy en calle Ramón y Cajal, se mantiene con buena salud desde 2013. Alma Villegas subraya que «trabajamos mucho con el boca a boca en un modelo en el que se impone la economía circular, ofrecemos productos de segunda mano con garantías».

Una vía peculiar. La calle General Rey es una calle tremendamente problemática: hay diez locales cerrados contando el pasaje interior que une esta vía con calle Palma. Es una de las vías con mayor número de bajos sin uso. Cristina Gil-Sánchez, de La Maison de Té y Café, abierto desde 2013 en su actual ubicación, señala que «la visibilidad es muy importante, cuanto más te ven, más vendes. No es lo mismo estar aquí que en calle Paloma o en la plaza Mayor, pero te tiene que compensar mucho el precio del alquiler», y explica que «la cosa no termina de arrancar, hay mucha incertidumbre. Por muchas previsiones que se quieran hacer es imposible, y es que la alimentación también va por modas».

En la misma vía, Cosas de Casa y Moda abría el pasado mes de noviembre, la «ilusión» de un comienzo que sin embargo «ahora se nota que está más flojo, en esta calle parece que estamos muy visibles, pero no es así», señala Ana María Reinado. La razón, «la gente que viene desde diferentes pueblos de la provincia se quedan en la zona de la plaza Mayor y no llegan hasta aquí». 

Más fotos:

Emilio Carrero, de Despacho de pan Concha
Emilio Carrero, de Despacho de pan Concha - Foto: Tomás Fernández de Moya
Julio César Fernández, de Burguer Rayfer
Julio César Fernández, de Burguer Rayfer - Foto: Tomás Fernández de Moya
Rosa Encinar, de Carnicería Candi
Rosa Encinar, de Carnicería Candi - Foto: Tomás Fernández de Moya
Carmen Ramírez, de Daig Novias
Carmen Ramírez, de Daig Novias - Foto: Tomás Fernández de Moya
Ana María Reinado, de Cosas de Casa y Moda
Ana María Reinado, de Cosas de Casa y Moda - Foto: Tomás Fernández de Moya
Alma Villegas, de Exchange
Alma Villegas, de Exchange - Foto: Tomás Fernández de Moya
Francisco Jesús Navarro
Francisco Jesús Navarro - Foto: Bar Castilla