«Mi mayor recompensa sería ver la protectora vacía»

C. de la Cruz
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Sara López de Mota Calahorra (25-8-1985, Ciudad Real) cogía las riendas hace dos años de la protectora de animales La Bienvenida, un paso natural tras implicarse como voluntaria en 2013.

Sara López de Mota Calahorra, responsable de la protectora La Bienvenida. - Foto: Tomás Fernández de Moya

¿Cuál es la situación actual de La Bienvenida?

En lo que llevamos de año ya hemos recogido 230 animales. El problema es que ahora en verano no se adopta, la gente se va de vacaciones y además se abandonan más animales, además de que no salen adopciones nacionales. Ahora en agosto se van siete perros en adopciones internacionales, por lo menos tenemos esa ayuda, pero no es suficiente. Nuestra capacidad es un poco relativa, ya que para que los animales estén bien lo ideal es que hubiera sólo un perro o dos por chenil, por lo que debería ser 70-80 animales lo máximo. Sin embargo ahora mismo tenemos cerca de 160 animales y hemos llegado a tener cheniles que son diminutos con cuatro perros juntos con los problemas que conlleva a la hora de comer y de peleas entre ellos.

Hace muy poco anunciaron incluso que no era posible acoger más animales debido a la falta de capacidad.  

Hicimos un llamamiento a la gente porque es verdad que no podíamos albergar más animales, estábamos por encima de nuestra capacidad. A pesar de ello lo que están haciendo es que con 40 grados centígrados nos están dejando cajas con animales. Los dejan ahí y se marchan. A la fuerza tenemos que hacer más acogidas porque es inevitable, llega un perro o un gato y qué vas a hacer, somos incapaces de dejarles en la calle. Necesitamos casas de acogida para cachorros y animales enfermos, no salen y nos está dificultando mucho el trabajo. Tengamos o no espacio hay que ayudar a los animales.

Todos recordamos la campaña de ‘Él nunca lo haría’ de finales de los años 80. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

No ha aumentado el número de abandonos. Hemos tenido cifras peores con 300 animales, pero tampoco es lo que se piensa de que ha diminuido mucho. Va por temporadas: después de la caza, después de  Navidad y en verano. El abandono está ahí y hasta que no cambie la ley no cambiará. Se debe proteger a los animales. Sobre la adopción hay más conciencia. La gente está más mentalizada con lo que conlleva tener un animal, se ha notado. Los animales adoptados son super agradecidos. También hay más conciencia sobre el maltrato, pero se debe endurecer la ley del maltrato animal. Sale muy barato abandonar y maltratar a un animal.

¿Sería posible contar con una protectora con mayor capacidad?

Es algo que no le interesa al Ayuntamiento. La gente habla de que tenemos subvenciones y las instalaciones son municipales, pero para que nadie se lleve a engaño nosotros publicamos las cuentas y en ellas se puede ver que la subvención nos da solamente para una cuarta parte de los gastos. Tenemos dos trabajadores, facturas de 1.000.-1.500 euros mensuales en pienso, facturas de 8.000-9.000 euros mensuales de veterinario... La ayuda que recibimos es de 50.000 euros y somos deficitarios. Vamos tirando de eventos, de lotería, de socios, de donaciones... La mayor entrada de dinero es de socios, pero en activo ahora tenemos poco más de 30.

Y las clínicas veterinarias, ¿están implicadas?

Están implicados levemente. Tenemos precios reducidos por ser protectora pero no tenemos ningún veterinario voluntario al cien por cien. Yo pensaba que la veterinaria se estudiaba por amor a los animales, pero a lo largo de los años que llevo en el refugio me he dado cuenta de que es un negocio. Es una empresa y son números.

¿Cómo es la relación con otras asociaciones?

El tema de las asociaciones animalistas es muy complejo. Piensas que porque haya más el trabajo va a estar más repartido y es al revés, es como una lucha entre asociaciones. No acabaré nunca de entender esa rivalidad porque estamos todos por lo mismo y nos tenemos que ayudar. Hay algunas que se han creado nuevas que incluso hemos tenido problemas porque hemos puesto en las redes sociales que estaban sacando perros de otras protectoras y perreras y nos los estaban metiendo a nosotros llegando a tener 80 entradas de perros en abril. Nosotros estamos trabajando con Gatómicas y Aspa Galeca y entre las tres vamos saliendo adelante.

Considera que en otros países hay más respeto por los animales. Se suele decir que Alemania es el paraíso de los perros.

España es el tercer mundo comparado con otros países. La mentalidad que tienen en Alemania y en otros países europeos es muy diferente. Tenemos asociaciones alemanas que incluso se llevan perros de 14 años que sabemos que aquí nadie los va a adoptar, que tienen leishmaniasis, que tienen otro tipo de enfermedades y ellos se los llevan porque aunque vivan un año más que sepan lo que es un hogar. Todos los meses hay algún viaje a Alemania.

¿Y los gatos? ¿Para cuándo el esperado CES (captura, esterilización y suelta) en Ciudad Real?

El tema de los gatos en Ciudad Real es horrible. Estamos detrás de hacer el CES desde hace mucho tiempo. Son camadas que no dejan de entrar y se está generando un grave problema.  Tenemos muchos casos de atropellos, mordidas de perros, fracturas múltiples... La factura veterinaria de julio ascendía a 8.000 euros. El CES es la única solución para controlar las colonias de gatos y además es muy sencillo porque si los esterilizas evitas camadas. Debe ser una población controlada pero en Ciudad Real el Ayuntamiento se ampara en que la ley de Castilla-La Mancha no permite capturar, esterilizar y soltar, pero en la región y en la provincia hay municipios que sí están aplicando el CES. Definitivamente están dando largas. Hay ayuntamientos más animalistas y luego hay otros como el de aquí al que los animales le dan un poco igual y seguimos esperando a ver si nos dejan o no nos dejan. Además es algo que no es una cuestión económica porque desde La Bienvenida nos haríamos cargo como pudiésemos, ya que a la larga nos evitaría esas facturas tan altas. No debe haber ninguna excusa porque nosotros seríamos los que capturaríamos y esterilizaríamos los gatos. También es cierto que este pasado viernes mantuvimos una reunión con la Concejalía de Sostenibilidad y he decir que las sensaciones fueron buenas.

El camino ha sido muy largo desde la fundación de La Bienvenida en 1981. ¿Cuál es el siguiente paso?

Queremos hacer una campaña de voluntarios. Tenemos dos trabajadores, que son los que se ocupan del mantenimiento de las instalaciones, pero necesitamos voluntarios para, en turnos, ir por las tardes a cuidar y medicar a los animales con enfermedades crónicas, para enseñar las instalaciones a futuros adoptantes. Lleva mucho trabajo y todo es altruista. Cada uno tiene su familia y su trabajo y sacar un rato para ayudar no es fácil. Hace falta más gente para echar una mano, gente que colabore. Cualquier cosa que hagan es bienvenida. También es importante el tema educativo. Colaboramos hace poco con SOS Galgos para trabajar con niños con problemas de lenguaje y está funcionando muy bien. Vamos a trabajar conjuntamente para tratar de llevar perros a los colegios, es una manera también de educar.

¿Qué es lo que más le duele en su labor?

El trabajo es muy gratificante, y eso que empecé a ir al refugio con miedo, pero es algo que engancha cuando sientes todo el cariño que te aportan  los animales y yo no puedo pasar un solo fin de semana sin verlos. Se sufre mucho cuando los ves solos, cuando hace mucho frío y los ves desamparados, cuando hace 40 grados y se están muriendo de calor, cuando nadie les da la oportunidad de poder vivir en primera persona lo maravillosos que son, todo lo que pueden aportar. Para mí mis perros es como si fueran mis hijos. Hay que conocer lo que es tener un animal en casa, todo lo que dan. No tenemos ningún perro agresivo y de hecho vienen niños a jugar con ellos. Animo a la gente a que venga a conocer el refugio.

¿Cuál sería la mayor recompensa para usted?

Mi mayor recompensa sería ver la protectora vacía. El abandono desgraciadamente nunca va a dejar de existir, pero al menos no los números que tenemos. Que no existiesen ni el maltrato ni el número de abandonos que se dan hoy en día.