«Es fundamental que nos pongamos de acuerdo en la A-43»

D. M. / I. B.
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La Tribuna de Ciudad Real entrevista al presidente de la Diputación Provincial y secretario provincial del Partido Socialista en la provincia de Ciudad Real

«Es fundamental que nos pongamos de acuerdo en la A-43» - Foto: Pablo Lorente

Recta final de la legislatura. A modo de epílogo, ¿qué balance hace de la gestión de la Diputación en estos cuatro años?

La Institución se presta a una buena gestión y los que hemos tenido la responsabilidad en primera persona hemos seguido la trayectoria que traía, manteniendo todo lo que funcionaba bien e implementando cosas nuevas. Los servicios a los ayuntamientos, los planes de empleo y las cosas que funcionaban bien las hemos mantenido y aumentado en la medida de lo posible, y hemos puesto en marcha nuevas líneas de actuación fundamentalmente vinculadas con el sector turístico.

¿Qué se deja sin hacer?

Más arreglo de carreteras. Tenemos cerca de 1.700 kilómetros y es poco el presupuesto del que disponemos efectivamente. Necesitaríamos de más recursos, y aunque tenemos más dinero estamos taponados por el techo de gasto en torno a los 90 millones de euros.

En una de sus apuestas, el turismo, ¿ha llegado el momento de dar un paso al lado y ceder protagonismo al sector?

Claro. El objetivo es profesionalizar la gestión turística y es el reto para la siguiente legislatura. Hemos creado la conciencia del valor, hemos evidenciado los recursos y ahora lo que se trata es de que haya una gestión profesional en el territorio y de que tome el relevo la iniciativa privada. Las administraciones tendremos que seguir en la promoción del conjunto de la oferta turística y luego cada empresa deberá hacer su promoción en sus redes. Pero la global, la potente, la tiene que seguir haciendo la administración.

¿A través de paquetes turísticos?

Los paquetes turísticos los tienen que gestionar los particulares. La promoción es la publicidad global, la marca turismo de Ciudad Real la tiene que seguir expandiendo la Diputación, la idea de que es un destino de interior y que es una referencia en turismo de naturaleza, cultural y patrimonial, regado con el gastronómico; eso lo tiene que seguir haciendo la Diputación en líneas globales. Cada casa rural, hotel o comarca deben tener luego su propia estrategia, pero seamos claros: la promoción que hacemos, por su elevado coste, no la pueden hacer ningún ayuntamiento ni ninguna empresa.

¿Cree que el sector privado está dando ese paso adelante?

Sí, lo tengo clarísimo. La inversión que ahora se está pidiendo no es sólo para el sector agroalimentario sino también para iniciativas turísticas, y cada vez surgen nuevas iniciativas privadas de carácter turístico. Nosotros tenemos que hacer que la Semana Santa sea conocida y no pierda su valor, mantener los parques nacionales vivos y con calidad, tenemos que organizar iniciativas en torno a la cultura y la tradición cervantina y promocionar la gastronomía, pero debe hacer un sector empresarial que saque a eso un beneficio económico. Ni ayuntamientos ni Diputación podemos ser gestores. 

¿No deberían las administraciones trazar la estrategia de comercialización?

Tenemos que tener estructuras de comercialización, pero con funcionarios no podemos hacerlo. Tiene que ser la iniciativa privada quien lo haga. La Junta utiliza una fundación para este cometido. Nosotros vamos a seguir haciendo marca, producto, calidad, pero tiene que haber un empresario dispuesto a aprovecharlo.

¿No sería más efectiva una campaña concreta que vender la provincia de manera global? 

Desde la Diputación eso es muy complicado, es complicado hasta hacer un cartel. En el de Paseos Reales se utilizan símbolos de patrimonio y ya es muy complejo. Lo hacemos exclusivamente con aquellos que tienen consideración de Interés Turístico Nacional con campañas específicas y monográficas, el resto las tenemos que hacer en conjunto. 

En otras provincias funciona mucho mejor la promoción de lo concreto, como Cuenca o Toledo. 

Aquí hay un problema que debemos tener claro. Toledo tiene concentrado el interés turístico en cuatro o cinco kilómetros, Cuenca lo mismo. Nosotros en 20.000 kilómetros cuadrados. Tienes una ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Almadén que está a 200 kilómetros de otra de enorme interés y atractivo como es Infantes, y a 125 kilómetros de otra como es Almagro. Nuestra estrategia turística es completamente distinta porque es necesariamente provincial. Estamos dando impulso a la iniciativa privada para que aproveche la oportunidad.

¿Habrá variaciones entonces en el modelo turístico? 

El modelo turístico de aquí no es comparable a otras provincias. Tenemos una puerta de entrada como es el AVE. Tenemos un pliego en expensas de desarrollarlo conforme a la ley de contratos, presupuestado en cerca de 300.000 euros, para que un gestor privado gestione una central de compras poniendo de acuerdo y aglutinando a todos los que ofrecen algún producto. A ver si a lo largo del año se puede licitar.

Otra novedad, el proyecto de memoria histórica, ¿podría verse comprometido por la confrontación política actual? 

Si seguimos al frente de la Diputación no sólo le vemos futuro, le vemos presente. Nos han hecho entrega de un informe con el mapa de fosas de la provincia, con todas las fosas documentadas y establecido cuáles son de intervención y cuáles no lo son, y tenemos una propuesta de libro de estilo de identificación y dignificación, que era el trabajo correspondiente a 2018. Lo vamos a dar a conocer porque lo importante de cómo hemos gestionado aquí la memoria histórica es que no lo hemos hecho contra nadie, y nadie ha percibido que lo hacíamos contra ellos. Lo más importante es que nadie se ha sentido agredido u ofendido. Nadie. Ha sido un acierto: hemos dado dignidad a quien la merecía sin debate público. Ése es nuestro gran éxito: haber mantenido un ambiente de concordia.

¿Le gustan los presupuestos generales para la provincia? 

En términos cuantitativos son el doble mejores que los anteriores porque hay el doble de inversión. Luego uno puede entender que le hubiera gustado mayor cuantía para proyectos concretos en la provincia, y de manera expresa el diseño concreto de la A-43 a su paso por Puertollano y Almadén, pero eso no siempre es posible. Tampoco es entendible que a quien no haya hecho nada en siete años le parezca mal lo que se ha hecho en uno. En todo caso hay una aportación económica muy importante para el ferrocarril, la alta velocidad, y tampoco lo despreciamos. Una alta velocidad por Valdepeñas, Alcázar, Manzanares y ojalá en un futuro por Tomelloso también la necesita la provincia. Hubiéramos querido dos huevos duros más, pero en términos cuantitativos no podemos estar en desacuerdo. Quizá cualitativamente nos hubiera gustado una solución expresa y definitiva respecto al trazado de la A-43.

¿Y para la autovía a Toledo? 

Es otro cantar. Los políticos, sin la presión electoral, tendremos que sentarnos a analizar si estamos en condiciones de superar las condiciones medioambientales que tiene la infraestructura. Y no puede ser que en cuatro años de Gobierno en España y en Castilla-La Mancha el PP no hiciera nada y exijan a quien lleva uno en el de España y tres y medio en la región que lo haga.

Al margen de disputas políticas, ¿qué debe hacer la ciudadanía para que la voz de la provincia se escuche en el Gobierno central? 

La presión política es imprescindible, y la presión social también. Y es verdad que no siempre nos hemos puesto de acuerdo los partidos políticos, que somos los que debemos liderar la sociedad, al margen de intereses políticos. Y canalizar la presión ciudadana en beneficio de las infraestructuras que nos interesan. No es que quiera recuperar lo de echarle la culpa a otros, pero yo todavía no tengo clara cuál es la postura del Partido Popular de la provincia al respecto del trazado de la A-43. Si están en Piedrabuena o Porzuna dicen que quieren por ahí, y si están en Puertollano dicen que por Puertollano. Yo lo digo muy claro: el PSOE provincial y el Gobierno de Castilla-La Mancha quieren la A-43 por Puertollano y Almadén. Falta el PP, y el resto ni están ni se les espera. No sé qué opina Ciudadanos, muy probablemente desde el desconocimiento más absoluto de la realidad de la gestión proponga que hagamos dos autovías. Y Vox diga también que dos autovías con cualquier otra barbaridad añadida. Es fundamental que los dos principales partidos políticos nos pongamos de acuerdo en el trazado y empujemos juntos. 

Con el PSOE en las tres administraciones, ¿no son estos presupuestos una oportunidad perdida? 

El problema que nos plantea el Ministerio es que no hay avanzados trabajos previos para haber fijado ya en presupuesto esta realidad como inversión. Conseguimos simpatía política por el trazado pero técnicamente es imposible materializar una inversión de construcción porque no están hechos los estudios previos. Bien sabemos en los años previos que se han ido destinando recursos para ello pero no se han ejecutado. En materia de infraestructuras tenemos que hacer más presión al Gobierno de turno, los políticos y la sociedad.

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