La batalla contra los plásticos no ha hecho más que comenzar después de que en el pasado Pleno municipal el Ayuntamiento de Ciudad Real diera luz verde a una iniciativa para eliminar los plásticos de un sólo uso, como vasos, platos o cubiertos, en actividades organizadas por el Consistorio y que sean sustituidas por materiales biodegradables  o reutilizables. La moción, que partió del grupo municipal Unidas Podemos, contó con el visto bueno de todos los grupos políticos, a excepción de Vox, que se abstuvo al considerar que, a pesar de ser una iniciativa «buena», debía venir acompañada de una campaña de sensibilización para que no se entienda que el término ‘reutilizable’ es sinónimo de «tirar» y, por tanto, se encuentre los residuos «de la Pandorga en Navidad».

Precisamente en la celebración de esta Pandorga, el Ayuntamiento tendrá ya el reto de gestionar la gran cantidad de residuos, principalmente plásticos, que se generan durante esta fiesta multitudinaria. El recinto ferial de La Granja, pero también la plaza Mayor o los jardines del Torreón se llenan de plásticos tras la celebración de la zurra y de la Pandorga que, además, cuenta en su parte más institucional con el tradicional reparto de limoná y puñao.

La propuesta para reducir el volumen de plásticos que se genera en la ciudad fue bien acogida por el propio equipo de Gobierno, que vino a dar ejemplo en el Pleno con un gesto «simbólico pero significativo», al sustituir las tradicionales botellas de agua de plásticos que se distribuían en el Pleno a los concejales por vasos de caña de bambú, biodegradables, y por botellas de cristal.

Sólo con este pequeño gesto, el Ayuntamiento de Ciudad Real puso fin al uso de unas 57 botellas por cada sesión plenaria, que en la legislatura pasada tenían una duración de más de cinco horas, lo que suponía un total de 2.735 botellas en la legislatura, detalló la concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, quien se mostró partidaria de fomentar el uso de materiales biodegradables y también reutilizables para hacer frente a un problema que preocupa en el conjunto del planeta y que es la eliminación de este tipo de residuos contaminantes.

La ciudadanía también viene aportando su granito de arena en la eliminación de este residuo. En concreto, a lo largo del pasado año, los vecinos de la capital reciclaron un volumen total de envases ligeros de 1.051.695 kilos, lo que supone una media de 14,09 kilos por habitante. Esta cifra, además, se incrementó con respecto al año anterior, 2017, cuando se situaron en 928.129 kilos, una media de 12,53 kilos por ciudadano. Así pues, el reciclaje de plásticos se ha incrementado en el último año en un 13,31 por ciento, si bien el Ayuntamiento no sólo quiere avanzar en esta línea, sino también en frenar la gran generación de este residuo.

Para el reciclaje, la capital cuenta con 244 contenedores de envases, lo que supone una medida de uno por cada 350 habitantes. En muchas ocasiones, principalmente en el centro, se encuentran soterrados. Así pues, el reto de reducir los plásticos que genera la ciudad arranca esta misma semana, con la celebración de la Pandorga, una fiesta que lleva aparejada una gran acumulación de residuos.