El XXX Torneo Feria y Fiestas de Daimiel-Memorial Jesús Rodríguez Bobada se celebraba el pasado domingo 29 de agosto con una participación de más de sesenta corredores junior y una resolución inesperada e inédita en la historia de la carrera: todos los ciclistas se clasificaron ex aequo, según informa la Federación de Ciclismo de Castilla-La Mancha.

El Club Ciclista Daimiel recuperaba su actividad con este clásico del calendario castellano-manchego que recibía a numerosos clubes llegados de Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha y Madrid. El Trofeo arrancaba a las diez de la mañana en la Avenida de los Deportistas con un minuto de silencio en memoria del desaparecido Jesús Rodríguez Bobada, presidente del Club Ciclista Daimiel durante más de dos décadas. El club organizador no quiso dejar pasar la oportunidad de hacer extensivo este homenaje a José Manuel García Muñoz, un estrecho colaborador del club en la organización de todas sus carreras, también fallecido recientemente.

Tras la salida, el pelotón junior se entregó por completo ofreciendo una carrera con mucho movimiento, muy atractiva, sobre un circuito de 102 kilómetros que se prestaba a disfrutar de ella y que no decepcionó al buen aficionado. Los intentos de escapada, tanto individuales como en grupos de varias unidades, fueron constantes durante todo el recorrido, pero no llegaron a ser decisivos y nunca consiguieron ganar más de un minuto de diferencia con el pelotón.

La fuga más importante la protagonizarían media docena de ciclistas que parecían con fuerza suficiente para llegar en solitario a las calles de Daimiel, pero fueron absorbidos por un grupo destacado del pelotón formado por unos 25 ciclistas apenas a dos kilómetros de la entrada de la localidad, a falta de 4 kilómetros para llegar a meta.

Será en ese momento cuando se produzca el incidente de la jornada: un error en el recorrido final por parte del agente de tráfico que abría la carrera, llevó a este nutrido grupo de cabeza por una dirección errónea lo que provocó dos consecuencias de calado: por un lado, se generó una situación de peligro al rodar dos kilómetros por las calles abiertas de Daimiel, con el consiguiente riesgo para corredores y para los vecinos. Y, por otro lado, un grupo de corredores rezagados que sí siguió el recorrido correcto entró a meta en primer lugar, con la consiguiente queja por parte de los ciclistas del grupo de cabeza y de los directores deportivos. 

El problema se solventó por parte de los jueces árbitros de la carrera con una decisión salomónica: clasificar a todos los corredores ex aequo como ganadores del Memorial.

Al final, un error que deslució una gran carrera que estaba transcurriendo con una perfecta organización, en la que participó una treintena de personas,  y que dio al traste con el trabajo realizado durante meses.

El paso por la Meta Volante ubicada en el kilómetro 62, en la Cuesta del Moralillo, sí permitió formar el podio de esta clasificación encabezado por Alejandro Díaz Delgado (Matrix Salchi), con su compañero de equipo José Carlos López Saavedra en segunda posición y César Pérez López (Valverde Team), tercero.

El primer equipo del Memorial fue el Club Ciclista Cartagena y la ganadora de la clasificación femenina fue Selena Maza Sola (Valverde Team).  

A este respecto, el Club Ciclista Daimiel mostró su decepción por la escasísima presencia femenina en una  carrera que se había organizado de modo expreso para esta categoría, sobre todo considerando la constante denuncia por parte de los clubes de la ausencia de carreras destinadas a las féminas junior.

La organización también se mostró sorprendida por la escasa presencia de equipos madrileños, ya que sólo participó uno, considerando también que suele lamentarse que cada vez se organicen menos carreras destinadas a los juniors en la zona centro.