Madrid volvió a ser el principal punto de destino de los ciudadrealeños que partieron a otros puntos del país para iniciar una nueva vida. La conexión Madrid-Ciudad Real se saldó entre la segunda mitad de 2018 y la primera parte de 2019 con la ‘fuga’ de 2.039 ciudadrealeños que cambiaron su residencia hacia la Comunidad de Madrid, convirtiéndose en el principal destino de las migraciones interprovinciales, que ‘sacaron’ de Ciudad Real a casi 6.600 personas entre julio de 2018 y julio de 2019.

Las facilidades de conexión, con Madrid a poco más de 50 minutos a través de Alta Velocidad, y las posibilidades económicas que ofrece la capital de España han servido para ‘alimentar’ la emigración ciudadrealeña en un eje que, entre semana, moviliza a 90.000 personas que hacen el camino Madrid-Ciudad Real al calor de las oportunidades laborales. De hecho, según indicó recientemente Hacienda, los trabajadores que emigraron fuera de las fronteras de Ciudad Real, en 2018, contaron con un salario medio anual de casi 21.000 euros, casi 2.000 euros más de lo que se gana en la provincia.

El camino contrario, el de los madrileños que se ‘hicieron’ ciudadrealeños lo emprendieron 1.453 personas, de un total de más de 5.000 personas que eligieron la provincia como su nuevo destino para vivir. Tras los madrileños, Ciudad Real ganó población gracias a la entrada de toledanos y, en menor medida, barceloneses y albaceteños.