Ciudad Real se protege con un cortafuegos de 3,6 kilómetros

Hilario L. Muñoz
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El Ayuntamiento hace una labor de mantenimiento para evitar que los incendios afecten a zonas residenciales eliminando vegetación en la futura segunda ronda

Ciudad Real se protege con un cortafuegos de 3,6 kilómetros - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ciudad Real volverá a contar en este 2021 con un cortafuegos en su anillo exterior para proteger las zonas residenciales de la capital. Se trata de una actuación del Ayuntamiento que implica invertir unos 20.000 euros para limpiar parcelas municipales y trazar una línea libre de maleza. Se realiza, principalmente, en la zona donde está prevista la construcción de la segunda ronda, unos terrenos municipales a urbanizar en los próximos años y que podrían suponer un peligro para los vecinos de estas zonas.

«Este año lo que hemos planteado es seguir con lo que hicimos el año pasado», explicó la edil de Sostenibilidad, Mariana Boadella. El cortafuegos de la capital es algo que «nunca se había hecho» hasta esta legislatura, y que implica, en primer lugar, «delimitar las zonas de riesgo» para lo que se ha contado con el asesoramiento del plan Infocam, de la Junta de Comunidades y «siguiendo sus recomendaciones»  se ha hecho una línea de intervención. En esa línea se han arando ocho metros y se han desbrozando ocho. Se trata de unas bandas de 16 metros que separan el campo de las zonas habitadas y que implican un cortafuegos a lo largo de 3.600 metros lineales.

En concreto esta intervención se realiza en áreas del cementerio, en San Martín de Porres y en la Vía Verde. Estos dos últimos puntos son claves porque algunos veranos han ocurrido «incendios ocasionales». «Los vecinos de esa zona se quejaban porque siempre están expuestos» y, de hecho, hace dos años se produjo uno de esos incendios, que afectó a un chalé en la zona de calle Rusia. Eso «hizo ver la necesidad de cortafuegos», indicó la edil.

La concejal recordó que esta actuación se realiza esta semana porque en estas fechas es cuando las plantas se agostan, con la llegada del calor y la ausencia de lluvias.  «Empezamos con las prioridades», las zonas que «son de más riesgo».

La segunda parte de este trabajo de previsión contra el fuego en la capital es el desbroce de una serie de parcelas municipales en otras zonas de la ciudad. Se trata de espacios donde está prevista la construcción de la segunda ronda o futuros viales. En total hay unos 100.000 metros cuadrados sobre los que se va a actuar y en los que este año, además, se va a airear el terreno con el uso de un tractor. El objetivo es facilitar estos desbroces en los próximos años, para optimizar un trabajo, que se va a realizar cada verano.

La edil recordó que detrás del trabajo previsto en las próximas semanas hay una intención municipal en reducir el uso de herbicidas en la ciudad. «Queremos que haya hierba autóctona porque eso fomenta la biodiversidad», explicó Boadella, quien recordó que este cambio de gestión implica planificar actuaciones de desbroce para proteger a la población.