Ciudad Real gana población… inmigrante. El Instituto Nacional de Estadística puso ayer cifras al efecto que tiene la llegada de extranjeros a una provincia que sigue restando habitantes en cada entrega del INE en la que aborda el número de personas que residen aquí. En esta ocasión, a fecha de 1 de julio de 2019, Ciudad Real se dejó 882 residentes en el primer semestre del año, un descenso que llega hasta los 1.492 si se compara la población que había un año antes. En total, 494.224 personas residen en la provincia donde la ‘fuga’ de población nacional tiene una contraprestación, la llegada de inmigrantes. De hecho, Ciudad Real se ha convertido en provincia receptora en el último año, con un saldo positivo que se prolonga durante 12 meses por primera vez desde 2009. Entonces, la población de la provincia superaba los 520.000 habitantes y año a año marcaba incrementos; ahora Ciudad Real vuelve a ser punto de entrada de inmigrantes en plena crisis demográfica, con una pérdida de población de las más grandes del país y que llega casi al seis por ciento en una década. 

En concreto, el INE apunta a que Ciudad Real ganó, solo en medio año, 763 vecinos extranjeros mientras que 114 españoles hacían las maletas para marcharse a otros rincones del mundo. El saldo, 763 nuevos residentes, se une a los 699 que también se ganaron en la recta final de 2018. La situación contrasta, por ejemplo, con las más de 1.700 personas que salieron de la provincia para marcharse fuera de España hace apenas dos años.

Factores de un cambio. Un cambio de tendencia que se explica porque Ciudad Real se ha convertido en un destino interesante para los extranjeros que llegan a España para iniciar una nueva vida. Desde la asociación Simón Bolívar, que reúne a más de un centenar de inmigrantes de la comarca de La Mancha, su presidente, Jorge Torrico, explica a La Tribuna que ese ‘efecto llamada’ combina, al menos, dos factores destacados: el del precio de la vivienda y la decisión de facilitar el acceso a España y al espacio Schengen a nacionales de países como Perú y Colombia.

En el caso de la vivienda hay que echar mano de otra estadística, en este caso del Ministerio de Fomento, para encontrar la explicación. El Ministerio sitúa a Ciudad Real como la provincia de España con el metro cuadrado más económico del país, con 734 euros de media, casi mil euros más económico que la media del país y unos 2.000 más barato, por ejemplo, que el metro cuadrado de la Comunidad de Madrid. «Aquí hay opciones más asequibles para familias de inmigrantes que llegan a España. Puede ser que ganes menos, pero hay más opciones para vivir», destaca Torrico. De hecho, entre los diez municipios de más de 25.000 habitantes con los precios más baratos para comprar una vivienda hay tres (Puertollano, Tomelloso y Valdepeñas) de Ciudad Real. 

El otro factor que ayuda a la llegada de inmigrantes a la provincia y, en el conjunto del país, son las facilidades dadas por el Gobierno para la entrada de inmigrantes de Colombia y también de Perú. Desde 2015, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo anunciaba que colombianos y peruanos no iban a necesitar visado para entrar a España y al resto del espacio Schengen. Eso ha facilitado que se haya incrementado la migración de estos países sudamericanos y las reagrupaciones familiares. De hecho, Colombia se ha convertido, en la primera parte de 2019, en el principal país que alimenta las cifras de inmigrantes llegados a España y a la provincia, por delante incluso de Rumanía y Marruecos, los tradicionales países que encabezaban este apartado en los últimos años. Otros países que también se benefician de esa menores exigencias son Honduras, Perú y Guatemala, con los que España mantiene una afinidad cultural que facilita la integración, como destaca Torrico. Capítulo aparte es Venezuela, que también aparece entre los países que más inmigrantes aportan a la sociedad ciudadrealeña: 182 en el último año, «aunque aquí hablamos de motivos diferentes, motivos políticos», explica el responsable de la asociación Simón Bolívar en Tomelloso, en referencia a la complicada situación por la que atraviesa el país americano.