La peseta quedará como objeto de coleccionista

D.A.F.
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El Banco de España prolonga medio año la vida de las antiguas monedas para su cambio por euros y que en manos de los numismáticos se valorarán en función de su conservación

La peseta quedará como objeto de coleccionista - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Las pesetas que aún quedan en circulación (más de 260.000 millones, según los cálculos del Banco de España) pronto será únicamente objeto de colección, puesto que la entidad emisora dejará de realizar el cambio de pesetas a euros el próximo 30 de junio, un plazo que el Gobierno ha alargado en seis meses puesto en atención a las dificultades que plantea la pandemia. Las operaciones de cambio de divisas en las oficinas del Banco de España deben realizarse mediante cita previa y se aceptan billetes desde 1936 y monedas que fueran de curso legal en 2002.

Sin embargo, para los coleccionistas, no todos los billetes y monedas que les llegan tienen el mismo valor. Así lo advierte David Pérez, numismático que todos los domingos se instala en los soportales de la plaza Mayor. Pérez muestra un catálogo que desvela que un billete con el rostro de Hernán Cortés, cuyo valor facial es de 1.000 pesetas (seis euros) que se emitió en 1992 para conmemorar el descubrimiento de América, se puede vender por unos 12 euros, pero sólo si está perfectamente conservado: «Si tiene una doblez o la más mínima señal, ya pierde la mitad de su valor». Lo normal es llevar los billetes doblados en una cartera y eso deja marca.

El valor de las monedas decrece en función del desgaste que hayan sufrido, pero «si no se ve el año en que fue hecha, directamente no vale nada», señala el numismático. De esta forma, es posible que quien lleve a un coleccionista esos billetes o monedas se encuentre con que lo que le ofrecen por ellos está por debajo de su teórico valor cuando era de curso legal.

La peseta quedará como objeto de coleccionistaLa peseta quedará como objeto de coleccionista - Foto: Rueda Villaverde

Pérez explica que de esas monedas «hay muchas, lo que hace que se pague menos por ellas, sobre todo por las de la época del rey Juan Carlos, que son las más recientes». Otra cosa es lo que ocurre con las emitidas bajo la dictadura de Francisco Franco, «las primeras, de los años 40 y así, sí están muy cotizadas», pero otras como las más conocidas de 50 céntimos, con un agujero en el centro, no tienen apenas consideración.

Otra razón de esa depreciación es que «con la llegada del euro, muchos coleccionistas guardamos las pesetas pensando que era una inversión y ahora vale menos de lo que pensábamos», confiesa Pérez.