«A nosotros nos preocupa Castilla-La Mancha, que es para lo que nos han elegido los ciudadanos». Así arrancó esta mañana la rueda de prensa que dio el presidente del Grupo Socialista en las Cortes, Fernando Mora, a pesar de que todavía siguen humeando los rescoldos de la investidura de Pedro Sánchez, como bien dejaron claro los diputados del PP que comparecieron antes que él.

Mora hizo esa entrada centrada en Castilla-La Mancha para anunciar que su partido va a registrar en las Cortes un debate sobre una propuesta que ha presentado Vox en el Congreso de los diputados sobre el Tajo-Segura. Es muy probable, por tanto, que en el primer pleno del año se hable de agua.

La propuesta de Vox es una proposición no de ley, es decir, sin rango normativo, y viendo la aritmética del Congreso no tiene visos de salir adelante. Lo que pide el partido de Santiago Abascal es que no se niegue agua del Tajo para regar en el Levante, como se ha hizo en los dos últimos meses del año cuando solo se autorizaron hectómetros cúbicos para consumo humano, dadas las bajas reservas de la cabecera del Tajo.

Mora avanzó que también quieren que en este debate se pueda hablar de la posición de Pablo Casado, el líder del PP, sobre el trasvase. A finales de año viajó a Alicante y Casado denunció que el Gobierno de España quería dar el «golpe de gracia» al trasvase y anunció que su partido se movilizaría para mantenerlo vivo.

El diputado nacional del PP, Vicente Tirado, aprovechó para recordar que en la anterior ocasión en la que el PSOEnecesitó pactar con nacionalistas, refiriéndose a la primera legislatura de Zapatero, ese pacto se tradujo en la derogación del Plan Hidrológico Nacional, que contemplaba un trasvase del Ebro, «que venía muy bien a Castilla-La Mancha». Dijo que se derogó por imposiciones de los independentistas».