Este domingo  se celebra la Jornada Nacional de Manos Unidas con una campaña que este año quiere mostrar "las consecuencias que la pandemia de coronavirus está teniendo entre las personas más vulnerables del planeta". Al mismo tiempo, desde la ONG vinculada a la Iglesia Católica quieren promover la solidaridad entre los seres humanos como única forma de combatir la pandemia de la desigualdad, agravada por la crisis sanitaria mundial, que castiga con hambre y pobreza a cientos de millones de personas en el mundo. Este año, recuerdan, más de 800 millones de personas padecerán hambre el mundo, y 1.300 millones se ven afectadas por la pobreza multidimensional.

"Esta experiencia dramática del coronavirus nos lleva a reclamar con mayor firmeza la dignidad de todo ser humano y sus derechos; la necesidad de generar nuevos estilos de vida más solidarios; la urgencia de crear condiciones de vida más humanas, centradas en la dignidad de cada persona y en el bien común", aseguran. 

"Concluimos un trienio, dedicado a reafirmar la importancia de los derechos humanos como base de la dignidad de las personas, especialmente de las más pobres y vulnerables, destacando los deberes, que exigen una visión coherente con los derechos humanos e implican una solidaridad dirigida al bien común que refuerce el reconocimiento de la dignidad humana. Una solidaridad que nos abre a los demás, al sentido comunitario de la existencia, a la reciprocidad y a la responsabilidad de cuidarnos los unos a os otros".

En esta apuesta por la solidaridad, Manos Unidas recuerdan que "nos acercamos al concepto de bien común, entendido como aquel que redunda en provecho de todos; es el esfuerzo colectivo por construir un entorno humano digno que nos permita, sin exclusión, disfrutar en realidad de nuestros derechos".

Manos Unidas lleva más de seis décadas "trabajando fundamentados en el valor de la solidaridad universal que, en el futuro, nos ayudará a superar las crisis sanitarias y a construir sociedades dignas para todas las personas". 

Con este fin, Manos Unidas promueve "un desarrollo humano integral y sostenible y una economía del Bien Común. Lo hace a través de acciones de Educación para el Desarrollo y reuniendo los medios económicos para financiar Proyectos de Desarrollo en los países más empobrecidos, en África, Asia y América latina".

La situación actual "obliga a reforzar nuestro compromiso y nuestra misión. Porque el hambre en el mundo es reflejo de la desigualdad que existe y para acabar con ambas es necesaria la implicación de todos en la construcción del bien común a través de la cultura de la solidaridad". 

En el ámbito diocesano de Ciudad Real, a lo largo de todo el año se realizan actividades de sensibilización y captación de recursos económicos para apoyar los proyectos asignados.

"Este año nos enfrentamos al reto de desarrollar nuestra campaña institucional en un entorno de incertidumbre, altamente inestable, con la población confinada y con escasa movilidad. Pero nos enfrentarnos a las posibles adversidades con fuerzas renovadas, adaptándonos a los nuevos tiempos y circunstancias", aseguran desde Manos Unidas en Ciudad Real.

"Se mantienen en la mayoría de los arciprestazgos: la vigilia de oración y la acción del Ayuno Voluntario. El testimonio misionero, tan significativo y necesario en nuestras campañas, para hacer llegar a nuestra población la realidad en la que Manos Unidas trabaja, se hará a través de vídeos grabados que compartiremos desde nuestras redes sociales: Facebook y YouTube".

El lanzamiento de campaña culmina con la lectura de un comunicado y la colecta, en todas las parroquias de la Diócesis, en las eucaristías del domingo 14 de febrero, día de la Jornada Nacional de Manos Unidas. "Es decir, que todo el dinero que en ese fin de semana se recoja en nuestras parroquias estará destinado a Manos Unidas, a su lucha contra el hambre y para seguir apoyando los proyectos de desarrollo".