Por la viabilidad de Tierra de Calatrava

Ana Pobes
-

Tierra de Calatrava busca la adhesión de las entidades para dar viabilidad al nuevo convenio

Por la viabilidad de Tierra de Calatrava - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ DE MOYA

La Cooperativa Tierra de Calatrava de Miguelturra, en concurso de acreedores desde el año 2009, ve con «buenos ojos» que el juez haya admitido a trámite la solicitud y propuesta de modificación de convenio en el procedimiento concursal para el pago a los más de mil acreedores que no se adhirieron al acuerdo de 2014 o que, directamente, votaron en contra. Ahora, tras conocer el auto dictado por el juez Carmelo Ordóñez, la fecha marcada en rojo en el calendario será el próximo 7 de noviembre, clave para la cooperativa miguelturreña, ya que será este día cuando la nueva propuesta presentada se someta a la deliberación y resolución de la junta de acreedores.

La nueva propuesta del convenio supone, según explican las mismas fuentes, un «balón de oxígeno» para evitar la temida desaparición de la cooperativa, ya que su liquidación supondría «el peor escenario tanto para los acreedores como para la cooperativa». Y con el objetivo de que esto no ocurra y Tierra de Calatrava pueda hacer frente al tercer pago, que según estipulado en el convenio debería haberse realizado el pasado mes de diciembre, la cooperativa buscará la adhesión de las entidades financieras para dar viabilidad al nuevo convenio. Una nueva propuesta que «mejora las condiciones pero necesitamos más plazo», y eso dependerá de la quita que se apruebe dentro de cuatro meses, en noviembre, en junta de acreedores. Hasta entonces no se sabrá qué ocurrirá con la entidad y desde la cooperativa confían en que la nueva propuesta reciba el visto bueno de los acreedores, aunque «hay mucha gente que prefiere no recuperar dinero y cerrar antes de que se apruebe la propuesta del convenio», lamentan desde Tierra de Calatrava.

Para que el convenio salga adelante se debe contar con la aprobación del más del 30 por ciento de volumen  arrendado, por lo que en el hecho de que solo se adhirieran las entidades financieras se lograría ya el 95 por ciento. Por ello, no es de extrañar que la cooperativa miguelturreña ponga todo su empeño en que las entidades se sumen a la nueva propuesta, y al parecer han mostrado su conformidad, aunque los responsables de la cooperativa prefieren ser cautos.  

Desde que Tierra de Calatrava entró en concurso de acreedores hace ahora diez años, la cooperativa ha funcionado con «normalidad» y ha seguido trabajando en satisfacer las necesidades los agricultores y pagar las deudas que viene acarreando desde que entrara en concurso de acreedores tras detectar anomalías en la sección de crédito. Deformidades que provocaron que la entidad colaboradora suspendiera temporalmente sus operaciones con la imposibilidad de atender puntualmente los compromisos asumidos frente a socios y acreedores en general. Por todo ello, el Consejo Rector llevó a cabo una urgente investigación y análisis con el fin de conocer el origen y alcance exacto de la situación.

Desde 2009 en concurso de acreedores, el fin de este proceso para Tierra de Calatrava se produjo cinco años más tarde, en 2014, después de que el convenio presentado por la sociedad y Banco Santander consiguiera la adhesión de 170 acreedores, entre ellos la propia entidad bancaria, logrando así la conformidad de la representación de un pasivo de 27,67 millones de euros, más de la mitad del pasivo total que componía el concurso (35,9 millones), que daba cabida a sus inicios a más de 1.600 acreedores.

El primer desembolso estipulado en el convenio llegó entre finales de 2014 y principios de 2015, tres meses después de que entrara en vigor el convenio, firmado en  marzo de 2014. Fue entonces de 55.141 euros. Más tarde, en 2017, y como quedó patente en el convenio, la cooperativa liquidó una cantidad mayor, en concreto 275.705 euros. La última retribución tendría que haberse efectuado en diciembre e inicialmente ascendía a 5,1 millones de euros, cantidad para que Tierra de Calatrava busca líneas de financiación y liquidar así el convenio para evitar su desaparición.