La música fue la gran protagonista cultural del fin de semana en Manzanares. Las bandas juvenil y sénior de la Asociación Músico-Cultural Julián Sánchez-Maroto ofrecieron dos conciertos multitudinarios en los que no faltaron los guiños a las fiestas navideñas y el buen humor que caracteriza a estas actuaciones de finales de año. Una edición más, el concierto de fin de año de la Asociación Músico-Cultural Julián Sánchez-Maroto volvió a llenar el Gran Teatro. Un evento marcado en rojo en el calendario cultural de Manzanares. El sábado, con la dirección de Eduardo Gallego, alrededor de 80 músicos se subieron a las tablas del auditorio manzanareño para deleitar a un público entregado con Inocentes pesadillas, el sugerente título elegido para la última actuación de 2019. En la primera parte del concierto, la banda interpretó piezas «tenebrosas» relacionadas con estas fechas festivas, como Pesadilla antes de Navidad, haciendo también un guiño al Día de los Santos Inocentes. Los músicos hicieron un viaje atrás en el tiempo para interpretar dos valses de dos autores críticos con el régimen totalitario de Stalin: el Vals número 2, de Dmitri Shostakóvich, y La Mascarada, de Aram Khachaturian. «Un año más podemos decir que llenamos hasta la bandera y que el público pudo disfrutar de nuestra música con gran intensidad», afirma la dirección de la asociación, que destaca las bromas al director y del director, «que sigue creciendo con su banda», y «la complicidad, la calidad humana que cada día desprenden nuestros músicos y la disposición de éstos a seguir creciendo con este grupo». También valora a los solistas Patricia y Pablo por su puesta en escena y ejecución de las obras interpretadas, «nada fácil para dos músicos».

La ‘cantera’. El futuro de la música en Manzanares está asegurado con una escuela municipal que, por primera vez en su historia, imparte todas las especialidades, y la banda juvenil de la asociación, que el día anterior, el viernes 27, ofreció otro magnífico concierto en la sala de ensayos Daniel González-Mellado, bajo la dirección de Pablo Brazales. Una audición de Navidad que emocionó al numeroso público presente, entre los que se encontraban muchos familiares de los jóvenes músicos.

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