Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


«Sed custodios de los dones de Dios»

10/12/2021

Acaba de concluir el año jubilar dedicado a san José con motivo de los 150 años de la declaración del esposo de la Virgen María, del padre de Jesús, como patrono de la Iglesia universal. Ser patrono es ser padre protector. Él, san José, cuida y protege. Cuidó a la María y al niño Jesús en su vida terrenal y sigue cuidando a la Iglesia. Sobre cada uno de nosotros extiende su manto protector. Es nuestro custodio. Así se ha referido a él en varias ocasiones el papa Francisco, ya desde la misa del inicio de su pontificado. Con esa imagen de san José nos decía a todos que cuidáramos de niños, de ancianos, de «quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón». Esas periferias existenciales que muchas veces olvidamos por su cotidianeidad. Aprendemos a usar las palabras, pero olvidamos las realidades. «Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios».
¿De quién debo ser custodio? ¿Puedo tener cerca a alguien olvidado? ¿Sufriendo? Somos responsables también de cada desesperanza, de cada tristeza. Somos responsables y custodios de nuestros hermanos.