Dice que los 100 gramos de cocaína eran para él y sus amigos

Pilar Muñoz
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La fiscal no cree una palabra del acusado, que cometió el delito de tráfico de drogas tres meses después de salir en libertad por hechos de la misma naturaleza

Dice que los 100 gramos de cocaína eran para él y sus amigos - Foto: Tomás Fernández de Moya

Tres meses después de salir en libertad por tráfico de drogas volvió a cometer un hecho de la misma naturaleza. Ayer, ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Ciudad Real dijo que los 100,15 gramos de cocaína que le pillaron en Tomelloso era para consumo propio y  compartir con unos amigos.

La fiscal del caso no cree la versión del acusado Rafael A. D. D., de origen dominicano y no le cabe duda alguna de que la droga que se le incautó estaba destinada el tráfico. La cantidad de 100,15 gramos de cocaína «excede claramente» de las dosis para el consumo propio y de unos amigos, «supera con creces el autoconsumo», subrayó la fiscal  tras mantener la petición de cuatro años y seis meses de cárcel para el acusado.

Rafael A. D. D. tenía otra causa pendiente cuando fue detenido. «Salió en libertad y tres meses después cometió un hecho de la misma naturaleza», remarcó la fiscal en alusión al tráfico de drogas.

de nuevo en el banquillo. Fue detenido a las doce de la noche del 15 de agosto de 2020 en una glorieta de Tomelloso. Agentes de la Guardia Civil le echaron el alto en un control rutinario de seguridad ciudadana. En el bolsillo derecho trasero del pantalón que vestía llevaba un paquete envuelto en papel transparente que contenía una sustancia que resultó ser cocaína y arrojó un peso de 100,15 gramos y una riqueza media del 81,94 %. Un mes después era juzgado en la Audiencia de Ciudad Real por un hecho delictivo de la misma naturaleza, que reconoció y que le valió una reducción de condena. Se sentó en el banquillo junto a otros ocho hombres por una trama de tráfico de drogas destapada en Tomelloso tras la denuncia de una prostituta.

De ser condenado por los hechos enjuiciados ayer, sumaría otra pena. La fiscal considera que la condena de cuatro años y seis meses que pide va «en función» a las circunstancias de los hechos y del acusado, que «pretendía probablemente la adulteración de la cocaína para conseguir más beneficios económicos».

El procesado lo niega. Declaró que fue a Parla (Madrid) a comprar la droga que un conocido le iba a proporcionar a buen precio porque la había robado, más de 100 gramos a 1.000 euros, cuando el valor supera los 5.000. «No es creíble», dijo la fiscal respecto a la versión ofrecida por el encausado, como tampoco que la droga fuera para consumo propio.

El abogado Miguel López, que ejerce la defensa, pidió la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables al considerar que no hay prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia. «No hay indicios de que la droga fuera para la venta».

El acusado en el uso al derecho a la última palabra dijo: «Soy un enfermo, estoy tratando de salir de la droga. He colaborado con la Guardia Civil, me han pedido que les ayudara y lo hice; detuvieron a una persona», declaró en relación el tráfico de drogas.