«Manhattan es una oportunidad para presentarme en América»

HIlario L. Muñoz
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La neoyorquina Carnegie Hall es una de las salas de conciertos más míticas del mundo. Inmortalizada en cientos de películas se ha convertido en el sueño de un músico en sus inicios, incluso, como es el caso de Manuel Blanco, nacido en Daimiel.

«Manhattan es una oportunidad para presentarme en América» - Foto: JUAN LAZARO

¿Qué significa esta semana en la vida de Manuel Blanco?

Esta semana significa mucha ilusión porque he debutado en el Certamen Internacional de Música y Danza de Granada con un programa super exigente, con un concierto que fusiona barroco con jazz. Tras actuar viajo a primera hora de este jueves a Madrid para coger el vuelo a Nueva York y me da tiempo a llegar, ensayar y el 6 de julio estaré recogiendo el premio de la Manhattan Competition, cumpliendo uno de mis sueños desde la infancia, de toda la vida, desde que empecé como solista, como es dar un recital en el Carnegie Hall de Nueva York.

¿Ha pensado qué va a ocurrir cuando esté en medio del Carnegie Hall?

La verdad es que mucha emoción pero voy día a día. Por la agenda, estoy casi al final de temporada, y todas las semanas tengo concierto o algún viaje, y el Carnegie Hall es como si estuviera muy lejos, dentro de un mes o así pero es este sábado, no da tiempo a pensarlo. Imagino que va a ser un día de mucha emoción, con grandes personalidades de la música que van a estar allí presentes y es una gran oportunidad para presentarme como concertista en América.

¿Sabe cuántos trompetistas europeos han actuado en el Carnegie Hall?

Nunca lo he planteado. Supongo que Wynton Marsalis, Maurice André en su época de finales de siglo XX...

No debe haber muchos, ¿no?

La verdad es que no lo creo.

¿Cree que va a ser más exigente el público americano al ver un europeo con uno de esos instrumentos que se puede considerar como suyos?

Según me están comentando de la competición en Manhattan hay una gran expectación. Está llamando mucha prensa y mucha gente. Hay muy buenos ánimos.

¿Ha pensado con qué va a abrir el concierto?

Voy a apostar por un repertorio americano, con algún guiño a nuestra música y la obra fuerte va a ser la Rhapsody in Blue de Gershwin. Luego haré un guiño a nuestra música con la Nana de Manuel de Falla, de su ciclo de Siete canciones populares.

Mientras todo esto ocurre, está metido de lleno en el mundo del jazz actualmente.

Estoy abriendo campos. Conocí hace un par de años a Manuel Machado que es un gran trompetista del latin jazz y uno de los fundadores, de la banda de salsa Irakere y hemos hecho muy buena amistad. También estoy con el pianista y compositor Pepe Rivero, que quiere ser el heredero natural de Bebo Valdés. Cada vez se acuerdan más de mí y me cogen en más proyectos y como me dicen me están pasando al ‘lado oscuro’. Es inevitable, la trompeta tiene un gran protagonismo en el mundo del jazz y a mí desde muy pequeñito siempre me ha fascinado. Si me pregunta a día de hoy cuál es mi trompetista favorito diría Chet Baker, respetando muchísimo a Maurice André, en clásico pero no se escucha tanto. La música clásica tiene que llegar a más gente de la que llega; siempre se asocia a un público selecto, entendido y creo que ese concepto es el que más daño nos puede hacer, sobre todo en este país en que no hay tanta tradición, como sí ocurre en Alemania o América. Mi siguiente proyecto discográfico va a ir por ahí con un cuarteto de jazz y fusión de estilos. Lo mismo se empieza tocando una pieza barroca que podía ser de Bach, de Händel, de Telemann o Vivaldi y de repente la tumbaremos al jazz con un ritmo de fox-trot, con boogie...

De ahí el concierto de Granada con el Quartet Jazz...

Sí, es la primera actuación que hace el cuarteto.

¿Para cuándo el disco?

Creo que estará en el año 2020. No puedo revelar mucho más porque siempre tengo a la competencia que intenta copiar y no quiero, porque ya ha habido alguna de mis ideas que me las han copiado.

Mientras esto ocurre esta semana arranca una gira por toda Europa.  

La grabación del CD estaba programada para este mes de julio pero lo hemos pospuesto a después del verano por el premio de Manhattan y porque hay que preparar repertorio nuevo. Estoy un poco agotado y necesitado de playa y verano. Una grabación acaba siendo una maratón, estás muy expuesto y la concentración tiene que estar al mil por cien, porque no vale solo con el cien por cien. Lo voy a dejar para después del verano con las pilas nuevas en que estaré más creativo y más descansado.

¿Cómo ha cambiado la vida de Manuel Blanco desde que le concedieron el premio?

Lo que son redes, emails, mensajes de texto, WhatsApp... van lloviendo torres y torres de mensajes de amigos. Me siento muy respaldado por los políticos provinciales, regionales o nacionales. Nos están llegando muchas ofertas para muchos conciertos en el extranjero, donde sobre todo ha tenido muchísimo eco.

¿Para cuándo un concierto de Manuel Blanco en Ciudad Real?

Estamos en conversaciones, se sabrá pronto. Espero que no más tarde del 2020.