La futura ordenanza de ruido incorpora la clausura temporal

Manuela Lillo
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Se establecen distintas tipologías de sanciones y la cuantía máxima para las actividades económicas será de 12.000 euros

Uno de aparatos medidores de los niveles acústicos para controlar los ruidos que soportan los vecinos - Foto: Rueda Villaverde

La futura ordenanza municipal del ruido, que pasará por la Junta de Gobierno Local previsiblemente el lunes, contempla la posibilidad de decretar la clausura temporal de aquellos establecimientos que, de forma reiterada, superen los niveles acústicos establecidos. Se trata de una medida que no contempla la actual normativa, que data del año 2002, y que hasta el momento sólo se podía hacer de forma muy excepcional, de manera que la nueva ordenanza incorpora ya esta medida dentro de las actuaciones a aplicar para atajar comportamientos considerados graves. 

«Cumple más con el objetivo el que si un local reiteradamente está emitiendo más ruido del que legalmente pueda, lo más eficaz para resolver ese problema es cerrar», afirmó en este sentido la concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, quien destacó a este diario que lo que se pretende principalmente es corregir comportamientos y poner soluciones a los problemas que tienen los vecinos que lo sufren, que en ocasiones siguen padeciendo la contaminación acústica tras el desembolso de la correspondiente multa. La duración de la clausura no está estipulada, ya que estará ligada a la gravedad del incumplimiento o a que se acredite la resolución de las deficiencias, por ejemplo. 

«Hostelería está por la labor de que al infractor se le sancione», comentó la edil, quien indicó que la mencionada asociación, al igual que el Ayuntamiento, son «muy conscientes de que la inmensa mayoría de propietarios de negocios de hostelería de esta ciudad cumple y que sólo hay un pequeño porcentaje que no cumple. Ellos son los primeros interesados en que los que no cumplen, que cumplan», apostilló Boadella en referencia también a que los infractores perjudican la imagen del sector. 

Por lo que respecta a las sanciones, se estructuran en razón de su tipología, distinguiendo si el incumplimiento corresponde a actividades económicas, a vecinos que desarrollan actividades en el ámbito doméstico o a ciudadanos con vehículos a motor. Las cuantías se han rebajado con respecto a la propuesta inicial, que llegaba incluso a los 300.000 euros, por lo que «se han adecuado al entorno de Ciudad Real». De este modo, para las actividades económicas, las sanciones muy graves serán de hasta 12.000 euros y las graves de hasta 6.000, incorporando a partir de éstas la posibilidad de suspender la licencia municipal. La cuantía de las sanciones leves será de hasta 600 euros.

Por lo que respecta a los vecinos, las multas muy graves pueden llegar a los 3.000 euros y las relativas a vehículos hasta los 600 euros, dijo poniendo como ejemplo las motocicletas con escape libre o quienes circulan con la música demasiado alta. Medio Ambiente también ha sido sensible con la situación actual de la hostelería a consecuencia de la pandemia y «alargado» los plazos de adecuación que incluye la ordenanza. 

educación ambiental. Del mismo modo, la Concejalía ha solicitado con cargo a la Edusi la ejecución de un plan de educación ambiental del ruido con el fin de concienciar sobre la contaminación acústica y contribuir a su reducción, para lo cual en 2021 ya tiene previsto llevar a cabo una campaña de concienciación con la nueva ordenanza y con cargo a los fondos Feder de la Edusi. «Queremos que el máximo número de personas sepa qué problemas comporta el ruido y que la exposición continua a éste genera problemas de salud». En este sentido, indicó que «hay bastantes molestias en cuanto al ruido provocado por vecinos». Su objetivo es reducir su incidencia y mejorar la calidad de vida de la ciudad con el fin incluso de no tener que aplicar la futura normativa, comentó Boadella, quien ha dado un impulso decidido a una ordenanza que llevaba años pendiente de actualizar y que encara ya su tramitación. 

Lo hará primero en la Junta de Gobierno Local y después en el Pleno, tras lo cual estará en exposición pública y se podrán presentar alegaciones. Todo ello tras el trabajo previo realizado por la Concejalía. 

La ordenanza se adapta a la Ley del Ruido, del mismo modo que incorpora la realización de planes zonales específicos. Medio Ambiente también avanzó el seguimiento de los niveles de ruido con medidores y a través de la estrategia Edusi.