Entrevista a la decana del Colegio de Ingenieros Químicos

Hilario L. Muñoz
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Sara Mateo: «Las industrias químicas están cada día más concienciadas ante el cambio climático e invierten para ofrecer soluciones más sostenibles»

Entrevista a la decana de Químicas Sara Mateo - Foto: Tomás Fernández de Moya

Sara Mateo es la decana del Colegio de Ingenieros Químicos desde hace cuatro años y se encuentra finalizando el primer año de su segundo mandato al frente de uno de los colegios profesionales más jóvenes de la región, este 19 de diciembre cumple diez años. Mateo tenía clara su pasión por la ingeniería y la química y también la importancia de estudiar en la UCLM y en Ciudad Real, su ciudad, donde decidió quedarse al conocer el buen trabajo de Ingeniería Química. Se doctoró en la UCLM en 2018.

¿En qué se ha centrado su labor en los cuatro años de mandato?

Desde que he entrado como decana lo que he intentado ha sido fomentar las relaciones con las entidades con las que el Colegio debe estar en contacto continuo, como por ejemplo la universidad, que forma a los ingenieros químicos; con la industria, donde generalmente suelen trabajar la mayoría de los ingenieros químicos egresados y que están colegiados. Además, el Colegio pretende hacer de nexo entre universidad y la industria. Por otra parte colaboramos con la Conferencia de Directores y Decanos de ingeniería química, con el resto de Colegios como los de Valencia y Galicia y las asociaciones de Ingeniería Química, como la de Castilla-La Mancha que nos dio origen y la de Madrid, la Unión Interprofesional que engloba a todos los Colegios, con la Administración entre otros. Nos estamos centrando mucho en mejorar las relaciones con los futuros ingenieros químicos tanto desde el punto de vista de los estudiantes como con los colegios e institutos. Siempre tenemos como meta defender la profesión del ingeniero químico y darnos visibilidad y prestar el mejor servicio.

La Ingeniería Química es una de las pocas que no está regulada por ley. ¿Esto lastra al ingeniero?

El estar regulado o no en el ámbito de la inserción laboral no supone ninguna problemática. No obstante, sí que es cierto que el hecho de no tener un cuerpo de función pública nos impide entrar en determinados sectores de la administración y que afecta a los titulados por el plan antiguo, no así al actual grado. Para eso también está el Colegio, para que cuando en la función pública no nos considere, nosotros demostremos que los ingenieros químicos somos aptos y los indicados para llevar a cabo ciertas labores. Esto ha ocurrido en el caso de una colegiada para acceder a alguna bolsa de trabajo, el Colegio demostró que por su titulación podía realizar esas labores y fue admitida en las bolsas. Por lo tanto, este hecho no supone ningún impedimento para la inserción laboral del ingeniero químico y de hecho actualmente es una de las ingenierías con mayor inserción.

¿En qué ha cambiado el Colegio para la labor del ingeniero químico?

Pues, por ejemplo, en el plano de las actividades de los colegios se fomenta el interés por la ingeniería química. Muchas industrias cuando quieran contratar nos consultan a nosotros como Colegio porque les garantizamos que aquel ingeniero químico que contraten tiene unas capacidades de alta competencia. También lo que hacemos es aportar a todos los colegiados las funciones transversales y conocimientos que no se adquieren durante el título por lo que los colegiados tienen una formación muy completa respecto cualquier ingeniero químico. A pesar de no ser una profesión que no requiere la colegiación obligatoria, como los colectivos de Abogacía, Medicina o Enfermería, nuestro Colegio no para de crecer y cada año aumenta el número de colegiados.

¿Cuántos colegiados hay?

Hay 216. Esto indica los colegiados se sienten satisfechos con los servicios que prestamos, siempre estamos abiertos a las sugerencias. El hecho de ser una junta directiva joven y una titulación joven en Castilla-La Mancha hace que entendamos, de primera mano, las necesidades que tienen los colegiados. Además continuamos acercando el Colegio al sector privado y a todos los ámbitos en que pueden ejercer, o la academia, contribuyendo así a la inserción y a la movilidad laboral, defendemos sus derechos. Esto hace que los colegiados estén contentos con nuestros servicios y la ingeniería se conozca más en Castilla-La Mancha.

¿Cómo está la situación de la Ingeniería Química en la región?

Castilla-La Mancha es una región donde el ingeniero químico puede trabajar sin problemas y el ingeniero químico tiene un amplio abanico de sectores donde puede ejercer, como el de las refinerías, tenemos Repsol; en los fertilizantes está Fertiberia; en la industria agroalimentaria, con todos los municipios que tienen el vino, el aceite, la leche o el queso; también en la depuración de aguas, en cosmética o farmacéutica, o en la industria de insecticidas y pesticidas, entre muchas otras. Luego hay otro aspecto laboral donde puede estar el ingeniero químico como son las labores de consultoría, auditoría o gestión de la innovación. Hay mucha gente que decide quedarse en Castilla-La Mancha, luego hay personas que quieren abrirse a otros ámbitos y tienen que desplazarse a Madrid o irse al extranjero. Es un oficio en el que hay que moverse.

Una de las labores de los Colegios es además la de visar proyectos, ¿qué implica esto para el organismo?

Para esta labor tenemos un convenio con el Colegio de Valencia, mediante esta labor se comprueba que un proyecto o trabajo profesional realizado por un colegiado es apto y acorde a la normativa, de forma que al visar el proyecto el Colegio asume ante el Estado y la sociedad la responsabilidad facultativa dimanante, todo ello en garantía de los intereses de los clientes y del interés público en general. Por ejemplo, como ingeniera química tengo la capacidad de hacer cualquier tipo de instalación en aguas residuales como una modificación en planta depuradora, yo hago el proyecto porque tengo las competencias para diseñar y ejecutar esa instalación pero para llevar a cabo la obra necesito que un Colegio me lo vise, porque con el visado se garantiza que esa obra se puede abordar y el Colegio avala ese proyecto y la sociedad confía que se puede llevar a cabo.

¿Cómo se plantea el futuro de la profesión en esta situación de cambio climático y que se ve en acciones como la Cumbre del Clima?

La ingeniería química pretende dar soluciones a los problemas actuales y futuros, se enfoca hacia las energías renovables, hacia la economía circular o la reutilización y la regeneración y el descubrimiento de materiales más eficientes y menos contaminantes aportando soluciones sostenibles. Te puedo poner, por ejemplo, el caso de mi tesis doctoral, que ha sido premiada en varias ocasiones, en la que unos microorganismos, al consumir la materia orgánica contenida en el agua residual, la que generamos en el día a día en nuestras casas, son capaces de generar electricidad. Conseguí demostrar que con agua residual se podían encender 220 luces de LED. Es una muestra de que la ingeniería química se abre a cómo hacer que el mundo sea más sostenible. Esto es una meta y las líneas de investigación se dirigen hacia la sostenibilidad.

¿Esto se nota en el día a día de la empresa química?

Las industrias químicas cada día están más concienciadas de ello y hay más industrias químicas que inviertan en la I+D+i con el fin de ofrecer soluciones más sostenibles.

¿Qué importancia tiene para un Colegio regional la participación escolar? Lo digo en referencia a ese concurso de maquetas de ingeniería, que es casi único.  

Simplemente sirve para dar a conocer la ingeniería química en Castilla-La Mancha donde hay un alto potencial de futuros profesionales. Muchas veces se desconoce esta profesión y existe una confusión entre el titulado en química y el ingeniero químico. Esos futuros ingenieros químicos serán futuros colegiados y conseguirán que nuestra profesión avance.

Un dato llamativo de ese futuro es que la Ingeniería Química es de las más igualitaria, en cuanto al número de hombres y mujeres, respecto a otras ingenierías.

La ingeniería química es equitativa y aproximadamente hay 50 por ciento de hombres y 50 por ciento mujeres. Desde mi punto de vista no existen grandes trabas por el hecho de ser mujer u hombre al desarrollar nuestra profesión. En lo que a mí respecta nunca me he sentido discriminada por el hecho de ser mujer o por el hecho de ser una decana joven. Nunca he visto una discriminación por ninguna de las dos partes, lo que muestra que nuestra sociedad y la profesión del ingeniero químico avanza hacia la igualdad.

¿Cómo se puede lograr en otras ingenierías esta igualdad?

Creo que lo hacemos con el concurso de maquetas, ya que despierta interés sea chico o chica, ya que a veces por desconocimiento no se entra en una carrera u otra, no por falta de capacidad.