El Viña Albali acaricia la gloria

Eduardo Gómez
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El Movistar Inter se proclama campeón de Liga en un vibrante duelo donde los vinateros lo intentaron hasta el final y que decidió el factor empate por mejor clasificación en la liga regular (3-3)

Catela (derecha) pugna con Carlos Ortiz. - Foto: RFEF

El Viña Albali Valdepeñas cayó con todos los honores en la final de la Liga de Primera División. El factor empate benefició a Movistar Inter, campeón de la liga regular antes del parón, frente a un conjunto vinatero que mostró hechuras de campeón y que acarició el primer título de su historia. Sólo un horrible final de primer periodo privó a los valdepeñeros del título, frente a un conjunto con mucho mayor historial y presupuesto. 

Le costó al Viña Albali entrar en el encuentro y eso, ante un rival de la entidad del Movistar Inter, se paga caro. Los madrileños se adelantaron en el marcador en el segundo minuto de juego en un saque de esquina botado por Borja y que Pito remató al fondo de las mallas adelantándose a la defensa vinatera. Un gol demasiado sencillo para todo lo que había en juego.

El golpe fue durísimo, pero con el paso de los minutos la escuadra valdepeñera logró asentarse y comenzó a circular el balón con largas posesiones. Catela y Chino fueron una pesadilla para la defensa madrileña, si bien, Humberto perdonó en un remate a bocajarro que Edu Sousa sacó por bajo.

Era el momento del Viña Albali y en el ecuador de este primer periodo encontró el premio del empate en un penalti cometido por Carlos Ortiz sobre Cainan y ratificado por los colegiados a través del soporte tecnológico. Chino no perdonó y el Viña Albali se creció ante un Movistar Inter tremendamente incómodo.

Una combinación entre Pablo Ibarra y Chino  y un error de Cainan en un mano a mano obligaron al técnico interista a solicitar tiempo muerto para intentar frenar la avalancha manchega.

 A 1.50 David Ramos solicitó tiempo muerto para preparar bien este final de primer periodo, pero ahí apareció la experiencia de un Movistar Inter letal y tremendamente eficaz.

A 1.23 Borja ponía de nuevo por delante a los madrileños tras una magnífica acción colectiva y un saque de esquina valdepeñero a diez segundos para el final fue el origen de una contra transformada por Pito a tres segundos del intermedio.

3-1 en un visto y no visto y tremendo mazazo moral para llegar al intermedio. Un durísimo castigo que, quizás espoleado por esas ganas de remontar, volvió a la pista varios minutos antes que su rival para iniciar el segundo periodo.

Los primeros minutos tras la reanudación fueron tremendamente embarullados, un ir y venir sin que ninguno de los dos equipos impusiera el ritmo que más le convenía.

Así, tuvo que ser en un lanzamiento de falta como el Viña Albali volvió a aferrarse a la final, con un tremendo obús de Cainan en el minuto 28.

Poco antes había sido su compatriota Elisandro el que había reventado el larguero en otro chut de falta.

El encuentro entraba así en otra dimensión con un Viña Albali que había alimentado su confianza y que con una fe inquebrantable fue arrinconando a Movistar Inter, que la tuvo con un remate de Bebe al palo, al que respondió otro disparo de Juanan también a la madera.

Tuvo sus opciones en acciones de falta el Viña Albali, pero ni Catela ni Cainan pudieron superar la muralla interista.

Atrincherado en 15 metros, el conjunto madrileño llegó a la quinta falta a 5.47.

A 4.25 llegó la hora del portero-jugador con Dani Santos y Humberto tuvo la sentencia en un chut que se fue alto a 3.57. El videoarbitraje no dio por válidas unas supuestas manos de Pola que suponían doble penalti y a poco más de un minuto Dani Santos colocaba el 3-3 para volver a creer que los milagros son posibles.

Esos últimos minutos de segundo fueron de infarto, pero Movistar Inter supo frenar los últimos intentos de un Viña Albali que murió en la orilla pero como lo hacen los grandes.