Pilar Muñoz /Ciudad Real
La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a dos años de cárcel a José Antonio G. S., de 46, al juzgar probado que intentó acabar con la vida de un vecino de Malagón que mantenía una relación afectiva con su mujer desde hacía tres años. El hombre se enteró de la infidelidad tras un incidente entre la hermana de José Raúl G-N.G. y la cuñada del encausado en una farmacia. La primera sacó a la luz la relación y la mujer acabó diciéndole que se había encariñado con el citado vecino, pero negó las relaciones y que el hijo pequeño del matrimonio fuera de aquel.
Tras esta conversación, según juzga probado el Tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, el procesado pasó la noche en un dormitorio independiente acompañado de sus dos hijos mayores, sin que ninguno consiguiera pegar ojo. La mujer, por su parte, mantuvo esa noche una conversación por WhatsApp con José Raúl, en la que le solicitaba, entre otras cosas, que no dijera nada a su marido sobre el hijo menor y no entrase en enfrentamiento con él.
Dos años de cárcel por intentar matar al amante de su mujerAl día siguiente el encausado se fue con sus dos hijos al campo para realizar tareas agrícolas. De regreso a la vivienda familiar, en Malagón, los chicos se fueron a dormir, y él, sin cambiarse de ropa, ataviado con la que había llevado para las tareas agrícolas, se dirigió junto con su esposa, sobre las doce de la mañana al domicilio de José Raúl para aclarar lo sucedido. La esposa avisó a éste de que se dirigían a su domicilio. Una vez en la vivienda, tras franquearle la puerta, iniciaron una discusión. En un momento dado José Raúl increpó al marido despechado, que acabó echado mano de la navaja que llevaba en el bolsillo por haber estado realizando trabajos en el campo y le asestó un corte en el cuello después de que realizara gestos con la mano y no le negara que se había acostado con su mujer y referirse a la paternidad de su hijo pequeño.
Tras asestarle la cuchillada en el cuello y ya en el suelo, el ahora condenado siguió propinándole golpes. El agredido trató de huir de la vivienda, siendo seguido por el agresor que continuó dándole golpes. A consecuencia de los hechos, José Raúl sufrió heridas en el cuello y cabeza y también su madre al tratar de impedir la agresión.
El Tribunal considera que el procesado «se encontraba en el momento de los hechos bajo un estrés personal y emocional que determinó, que, si bien mantenía las plenas capacidades intelectivas, estuvieran limitadas, pero no anuladas, sus capacidades volitivas, impidiéndole valorar de una forma plena el alcance de sus actos».
Los magistrados juzgan probado que José Antonio G. S., de 46 años, es autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y le impone dos años de cárcel. La fiscal del caso solicitaba cuatro años de prisión por la tentativa de homicidio y 15 la letrada de la acusación particular. La defensa pedía un año al considerar los hechos constitutivos de un delito de lesiones. El Tribunal argumenta en la sentencia la condena y también las indemnizaciones para el agredido: 10.275 euros por las lesiones, secuelas y daño moral y 770 para su madre.