Un árbitro de récord

Eduardo Gómez
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Con 201 partidos el puertollanero Dámaso Arcediano Monescillo es ya el colegiado que más encuentros ha dirigido en toda la historia de la Segunda División

Dámaso Arcediano Monescillo, en un partido de esta temporada. - Foto: LaLiga

Dámaso Arcediano Monescillo (20-9-1984. Puertollano) se ha convertido en el árbitro español con más partidos dirigidos en Segunda División. Concretamente 201, superando «a un compañero y gran amigo», Julio Amoedo Chas. 

Comenzó en el arbitraje en 1998 «casi de rebote porque la idea en la familia era que ayudase a mi padre en el despacho de abogados», y debutó en Segunda División un 9 de noviembre de 2011 en un partido entre el Numancia y el Nástic de Tarragona (0-0). Ahora, casi 9 años después, se ha convertido en un árbitro récord del fútbol nacional.

«No es fácil tener esa regularidad y en mi caso creo que todo es fruto del trabajo porque me dedico casi exclusivamente al arbitraje», analiza. Cerca de cumplir los 36 años, asegura estar « en mi mejor momento» y no oculta que el ascenso a Primera «es mi gran ilusión».

De momento, y tras el lío por los positivos en el Fuenlabrada, la liga regular no ha concluido y no hay ni cruces ni fechas para el play off de ascenso a Primera, por lo que tampoco hay designaciones arbitrales, así que «toca seguir esperando» para saber si el puertollanero tiene opciones de lograr esta vez ese ascenso a la máxima categoría. «Este año es el que más he crecido. Me he encontrado muy bien y tengo esa ilusión y esperanza», afirma.

A lo largo de todo este tiempo, muchas cosas han cambiado, pero él considera que el VAR es la modificación más relevante: «Es cierto que hay cosas que pulir, pero nos traslada mucha seguridad y los jugadores creen mucho en el VAR», repasa.

Esta temporada ha sido la primera con VAR en Segunda División y Arcediano Monescillao confiesa que se siente más cómodo «dentro del campo que en la sala VOR. Hay que vivirlo, no es una labor nada fácil. Esto no es estar viendo la televisión, hay que tomar decisiones muy rápido y lleva mucho trabajo». 

Con el paso de los años asegura que su principal virtud es la capacidad de diálogo con los jugadores, una cualidad que le hace sentirse muy respetado.

En una campaña marcada por el parón por la pandemia del coronavirus, agradece el trabajo del Comité Técnico de Árbitros para facilitarles herramientas con las que seguir su formación y su preparación física.  

En cuanto a la situación del arbitraje, destaca las actuaciones de Valentín Pizarro Gómez, Javier Alberola Rojas e Isidro Díaz de Mera Escuderos y el trabajo de la Federación de Castilla-La Mancha, con Pablo Burillo ahora a la cabeza y Fermín Sánchez-Molina. 

Respecto al fútbol en Puertollano, «una ciudad muy futbolera», anhela la unificación entre Calvo Sotelo y Atlético Puertollano, y tiene palabras de elogio y agradecimiento para los dirigentes del Calvo Sotelo, encabezados por Maxi Sáez, «que es más que un amigo y que ahora está realizando una impresionante labor de saneamiento después de años de un club que vivió por encima de sus posibilidades y que acabó desapareciendo. Ojalá pronto el fútbol de Puertollano vuelva a Segunda B y creo que existe potencial incluso para subir a Segunda». Esa categoría donde él ya ha hecho historia desde una faceta tan exigente como la del arbitraje.