Las reclamaciones que realizan los consumidores ante el Servicio Provincial de Consumo de la Junta de Comunidades se han incrementado de forma notoria entre enero y septiembre de este año, sobre todo respecto a telecomunicaciones (telefonía fija, móvil e internet); clínicas dentales a resultas de quiebras, en su mayoría; y viajes por incumplimiento de contratos de las agencias.

En nueve meses se han tramitado 450 reclamaciones, de las que 131 tenían a las telecomunicaciones como protagonistas. Otro sector que suma un buen número de reclamaciones es el de las compañías eléctricas, con 51 asuntos tramitados hasta el pasado mes.Le siguen las demandas por compras en comercio (44), las relacionadas contras entidades bancarias (28), por cancelaciones de viaje (26), compras por internet (21), reparación de vehículo (19). También, ha habido reclamaciones por servicios sanitarios como ópticas y ortopedia. En el informe del Servicio de Consumo de la Delegación de Desarrollo Sostenible, al que ha tenido acceso La Tribuna, se indica que ha sido significativa, sobre todo en octubre del año pasado, la actividad relacionada con las «múltiples reclamaciones y consultas como consecuencia de la situación de las clínicas dentales Dentix, que en la provincia disponían de tres establecimientos, en la capital, en Puertollano y en Tomelloso. La empresa quebró y fueron «innumerables los tratamientos dentales contratados por los consumidores que se suspendieron». Además, se les ocasionó otro problema añadido, porque pidieron un crédito para los tratamientos. Hasta septiembre se han tramitado 52 reclamaciones y atendido 225 consultas.

El Servicio Provincial de Consumo ha estado en comunicación con Dentix y las entidades crediticias para intentar paralizar el pago de los préstamos en tanto no se reanuden los tratamientos contratados. Desde la oficina «tratamos por todos los medios de que los derechos de estas personas estuvieran garantizados», asegura en declaraciones a La Tribuna el delegado provincial de Desarrollo Sostenible de la Junta, Fausto Marín, quien destaca «la ingente labor»que lleva a cabo el Servicio de Consumo de dicha Delegación en sus dos facetas: información e inspección.

 En el primero de los casos hay cuatro personas, una jefa de sección y tres informadores, y en inspección una jefa de negociado y tres inspectoras para toda la provincia. De ahí que el delegado provincial ponga énfasis en el trabajo que realizan a diario tras valorar la labor del jefe de servicio, un letrado que hace las veces de presidente del Colegio Arbitral en la provincia.

Marín explica que las reclamaciones se tramitan en el citado servicio siempre y cuando no haya OMIC (Oficina Municipal de Información de Consumo)en la localidad del demandante. En este caso, les facilitan la información e incluso la reclamación e iniciar el trámite de expediente. También actúan ante un posible ilícito penal como ha ocurrido con denuncias a cerrajeros por cobros abusivos a cuenta de un servicio. En este sentido, el delegado provincial Fausto Marín destaca la estrecha colaboración con la Fiscalía de Ciudad Real. «Trabajamos codo con codo con la Fiscalía y también con los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», precisa para, a renglón seguido, resaltar la colaboración con los agentes del Seprona de la Comandancia de Ciudad Real realizando campañas formativas y de prevención. 

en el punto de mira. En el plano de inspección desarrollan las campañas del Ministerio de Consumo, que ya señala qué productos pueden ser objeto de fraude y dónde poner el punto de mira. Atendiendo al tipo de producto, que suele ir parejo a las estaciones del año, fijan el objetivo en el aceite después de enero, los juguetes en Navidad...

También se está incidiendo en las páginas web fraudulentas para detectar fraudes. «Se hacen barridos y cuando se descubren se informa a la Guardia Civil o la Policía Nacional, dependiendo de la demarcación», expone Fausto Marín tras indicar que hace aproximadamente un mes les llegó información de una empresa online que estaba de alguna forma vendiendo o publicitando unos productos a un precio muy bajo y tras las pesquisas constataron que era «totalmente fraudulenta»y lo pusieron en manos de la Fiscalía de Ciudad Real y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, concluye el delegado provincial.