Agricultura autoriza plantar 4.745 hectáreas de nuevo viñedo

I. Ballestero
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La propuesta que el Ministerio de Agricultura ha enviado a la Comisión Europea para su aprobación se decanta por la postura de los productores, que abogaban por conceder el 0,5 por ciento de la superficie actual existente.

Superficie de vid en espaldera en la provincia de Ciudad Real. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Ministerio de Agricultura se decantó finalmente por la postura que defendían las asociaciones agrarias y de productores y ha enviado a Europa, para su aprobación en la Comisión Europea, una propuesta que permitirá ampliar en 4.747,5 las hectáreas de viñedo través de la plantación de nueva superficie. De esta forma, el cupo para la plantación de nuevo viñedo se fijará en este ejercicio en el 0,5 por ciento de la superficie actual existente, dentro de la horquilla que dictamina la nueva normativa europea y que restringe la ampliación de este cultivo con la plantación de nuevas hectáreas a una cifra entre el 0 y el 1 por ciento de los viñedos existentes. Por el momento, y pese a que en los dos últimos ejercicios ya se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de elevar el porcentaje hasta el 1 por ciento, por parte del lado industrial, en los cuatro primeros años de la aplicación de esta medida la cuota máxima no se ha alcanzado, ya que fue del 0,43 en el año 2016 y del 0,52 en los años 2017 y 2018. La medida se aplicará hasta el año 2030.

Desde las organizaciones agrarias, y sabiendo que la propuesta debe recibir aún el visto bueno de la Comisión Europea, se congratulan por la decisión de Agricultura. Una de las organizaciones que se posicionó abiertamente en el 0,5 por ciento para este año fue UPA, cuyo responsable regional de la sectorial del vino, Alejandro García-Gasco, reconoció que dejar en 0,5 el porcentaje para este ejercicio «supone optar por la continuidad y abogar por el control de la producción, y hay que optar también por el control del potencial productivo para evitar que se den excedentes o grandes campañas que distorsionen el mercado». Para el responsable de vino de UPA, esta decisión sumada a los cambios que se aplican este año supone una buena noticia para la región, porque se deja de priorizar a los jóvenes agricultores sin cultivo preexistente y se prima al que ya es joven viticultor y cuenta con mediana o pequeñas explotaciones, «con un tope máximo de cinco hectáreas por año de acceso al sistema de autorizaciones». «Son cambios positivos porque se está viendo que incluso con menos superficie somos capaces de tener unas cosechas con buenos volúmenes», finalizó.

cambios. El año 2019 será el primero en el que se apliquen algunos cambios en la tramitación de los nuevos derechos, que se conceden de manera individual y no por territorios. Uno de los cambios supone que se prioricen a las pequeñas y medianas explotaciones, algo que no sucedía hasta ahora cuando se tramitaba en favor de los nuevos viticultores. La otra es que se ha establecido un cupo máximo de 5 hectáreas por viticultor, es decir, que como máximo se concederán de manera individual derechos para plantar cinco hectáreas por solicitud.