Ramón Torres murió de un solo disparo en el tiroteo

Pilar Muñoz
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La Policía Nacional ha detenido a siete hombres, entre ellos un menor, de las familias Cádiz y Fernández; los mayores se han acogido a su derecho a no declarar

La presencia policial fue constante ayer en la barriada de la Esperanza, tras el tiroteo ocurrido en la noche del lunes. / - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ramón Torres Hernández murió de un solo disparo. Todo apunta a que cayó herido de muerte en el descomunal tiroteo que se produjo sobre las nueve de la noche del lunes, en la calle Virgen de la Carrasca en el Pilar, en la barriada de La Esperanza, frente a la estación AVE de Ciudad Real. Otro hombre resultó herido, pero no de bala. Al parecer, se cayó al huir y se lastimó un pie.

La Policía Nacional detenía a siete hombres, entre ellos un menor de edad penal, a los que los investigadores tomaron declaración ayer por la mañana en la Comisaría Provincial. Las declaraciones al resto de los detenidos, del clan Cádiz, continuaron por la tarde habida cuenta de que el registro en la vivienda de uno de ellos llevó casi toda la mañana. La casa presenta numerosos impactos de balas tanto en el exterior como en el interior.

En esta vivienda, que está a escasos metros de donde cayó herido de muerte Ramón, vive un miembro del clan Cádiz que está detenido y que fue llevado para que estuviera presente durante el registro efectuado por agentes de la Policía Nacional.

Imagen de la casa de un Cádiz tiroteadaImagen de la casa de un Cádiz tiroteada - Foto: Tomás Fernández de MoyaTodas las pruebas recogidas en el lugar y la inspección ocular en las viviendas y coches apuntan a un enfrentamiento más entre dos clanes rivales que el 31 de marzo ya habían protagonizado otra reyerta en las puertas de los Juzgados de Ciudad Real, cuando un hombre apuñaló a otro.

Como entonces, la versión de unos y otros son diametralmente opuestas, algo, por lo lado, que no causa extrañeza. Por ello, hay que hilar muy fino y recabar pruebas e indicios que lleven a esclarecer los hechos. Según una de las versiones que ha podido conocer La Tribuna, todo es consecuencia de un supuesto atropello a uno de los niños de los Cádiz. Es lo que sostiene este clan. Los Torres defienden que fueron a por Ramón y le ejecutaron en la puerta de su casa.

Su cadáver sólo presenta un impacto de bala, ha podido saber La Tribuna. Este hecho, de entrada, sin otras pruebas, podría hablar de un tiro bien dado, que el disparo se efectuó a corta distancia, por sorpresa, o bien que en la ensalada de tiros uno le alcanzó de lleno, en una zona vital.

Ramón Torres murió de un solo disparo en el tiroteoRamón Torres murió de un solo disparo en el tiroteo - Foto: Rueda VillaverdeLo cierto es que los testigos y el vídeo que circula en las redes revelan un extraordinario intercambio de disparos a la caída de la tarde. Más de treinta disparos e impactos en ventanas y fachadas sobre todo de dos viviendas dan testimonio de lo ocurrido.

La familia de Ramón Torres Hernández aseguran que fueron a por él, que estaba tranquilo en su casa. «Ramón, te han pillao, han venido a tu misma casa a matarte», gritaba una mujer presa de los nervios una hora después de que cayera herido de muerte. «Han venido a matarlo, estaban preparados. Estaba sentado, se ha puesto en pie y le han matado», se desgañitaba otra persona cercana al muerto, al tiempo que una mujer vociferaba: «No va a quedar ni uno, ni el perro», en presencia de agentes de la Policía Nacional, que tomó la barriada para evitar nuevos enfrentamientos, calmar los ánimos y vigilar que nadie se acercara.

Hasta el lugar se desplazó el comisario jefe provincial, Alberto Camacho, quien inspeccionó el escenario donde se efectuaron disparos hasta vaciar los cargadores, produciéndose un tiroteo que sembró el pánico entre las personas que se encontraban en las inmediaciones de la estación AVE y bloques de viviendas próximos a la barriada.

 La Policía Científica y la Judicial permanecieron en la zona hasta bien entrada la madrugada recogiendo pruebas, sobre todo, en la casa de uno de los Cádiz. En la fachada había casi una decena de impactos y también dentro, incluso en el cuarto de baño y habitaciones. Para entonces, ya había sido detenido Raúl T. G. en la carretera de Carrión, a bordo de un vehículo donde la Policía Local halló dos pistolas y munición. Dijo que no tenía nada que ver y que se llevaba a sus hermanos con discapacidad, han indicado otras fuentes. También habían sido interrogadas varias mujeres de uno de los clanes.

La Huida. A estas horas de la noche ya habían huido de Ciudad Real algunos Cádiz y Amador. A otros no les dio tiempo. Fueron detenidos y llevados a los calabozos de la Comisaría Provincial. No obstante, un dispositivo policial permaneció en la zona toda la noche y también por la mañana.

Los ánimos están muy caldeados, con sed de venganza, y se decidió enviar a Ciudad Real a agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional para reforzar la seguridad.

Los detenidos se han acogido a su derecho a no declarar, según ha podido saber este diario. 

Ayer por la tarde, la juez instructora autorizó el velatorio de Ramón Torres Hernández en la calle Carmen Amaya.