Este año tampoco

Manuel Espadas
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28
BM Alarcos
29
BM Torrelavega
Finalizado
El Vestas Alarcos cede ante el Torrelavega (28-29) en una irregular semifinal y se queda sin opciones de ascenso a Asobal

Los jugadores del BM Alarcos, al término del partido - Foto: Pablo Lorente

Este año tampoco. El Vestas Alarcos no estará en la final por el ascenso a la Liga Asobal. Era su tercera fase y volvía a caer en semifinales. La diferencia es que esta vez la final la tuvo al alcance de la mano, más cerca que nunca, ante un rival, el Torrelavega, en absoluto superior, pero que cometió menos errores en los minutos decisivos de un choque con distintas dinámicas pero igualado en términos generales (28-29). Una primera parte que invitaba al optimismo y que acababa mal, y daba pie a un segundo acto en el que faltó fluidez, ideas, confianza y fortuna; factores claves cuando se juega una fase de ascenso a la máxima categoría. Si en Irún y Segovia se caía ante rivales más potentes, esta tarde se doblaba la rodilla ante un adversario, como mucho, de similares características, pero que mostró más juego colectivo cuando tuvo que hacerlo.

La primera mitad resultó una montaña rusa de sensaciones, de goles, de ritmo, con un comienzo regular, muy buenos minutos y una acción final tan absurda como evitable, aunque lo que valía era la ligera ventaja en el marcador para los manchegos (13-11), que dejaron la sensación de haber podido someter más a su rival.

Tras el primer tanto del partido firmado por Martín Molina, fue el Torrelavega el que llevó la iniciativa en el marcador, aunque siempre con rentas mínimas. Su portero, Marco Krimer, empezó a calentar manos antes que Fran Revuelta, y eso se reflejó en el electrónico del Ovni (6-7). Pero el meta catalán del Alarcos no tardó en pedir cita con el protagonismo, con la imprescindible alianza de una defensa 6-0 que empezaba a carburar. Justo en el ecuador del primer acto, coincidiendo con la salida a la pista de Josh da Silva, los de Javi Márquez se hicieron dueños de la situación. El zurdo británico sorprendió al rival con tres latigazos casi consecutivos que llevaban el júbilo a su banquillo al centenar de aficionados ciudadrealeños presentes en las gradas.

Con el 11-9 la cosa pintaba muy bien, y al Alarcos se le veía cada vez más asentado en la pista y con más confianza, mientras Revuelta seguía a lo suyo entre los tres palos, permitiéndose incluso el lujo de detener un penalti al ‘pichichi’ de la categoría, José Carlos Hernández. Álex Mozas, muy preocupado, cambiaba a su portero y su sistema defensivo.

Pero como parece que esta temporada las alegrías no pueden llegar completas para los manchegos, en la última acción del partido, con el reloj a cero y la clásica barrera de jugadores cántabros, Toni Sarió cometía la imprudencia de estrellar el balón en la cara de Alejandfro González en un lanzamiento de golpe franco, lo que le costaba la tarjeta roja directa. Un pésimo final para una esperanzadora primera parte.

La inferioridad numérica en el arranque de la segunda mitad lastró al Alarcos, lo que aprovechó Torrelavega para igualar la semifinal (15-15) y cambiar la dinámica de sensaciones. Los goles de Parker y Almansa devolvían la sonrisa a los manchegos, pero enseguida llegarían más exclusiones, y así era imposible. Un parcial de 1-5 hacía saltar las alarmas en los de Ciudad Real (19-21) cuando el partido se acercaba a su momento más decisivo. Entonces Parker dijo ‘aquí estoy yo’, erigiéndose como ese líder que siempre un equipo necesita en un instante clave. El argentino fue una pesadilla para la defensa cántabra, hasta que los problemas en un gemelo le relegaban al banquillo, para salir unos minutos después.

Pero las sensaciones atrás seguían siendo malas. El equipo encajaba goles con mucha facilidad. Javi de la Cruz ocupaba el lugar de un desaparecido Revuelta, y Márquez ordenaba defensa 5-1. La semifinal se estaba escapando.

Las últimas esperanzas alarquistas se esfumaban cuando con 25-27 Krimer adivinaba un lanzamiento de penalti a Martín Molina, y a la siguente jugada Parker (era él el que se la tenía que jugar) lanzaba fuera. Colunga, ya con la defensa alarquista muy abierta, sentenciaba el choque con el 26-29, suavizado al final con los tantos ya estériles de Parker y Negrete.

El Torrelavega celebraba a lo grande su clasificación para la final de este domingo, ante la desolación de un Alarcos sabedor de que lo tuvo muy cerca. Este año tampoco. ¿Será el que viene?