Lo que fue siempre deja un recuerdo en nosotros. Aquella Ciudad Real de ayer, la de nuestros padres y abuelos, se nos va. La vieja Ciudad Real de nuestros recuerdos se va desmoronando día a día con el pasar del tiempo. De ahí que semanalmente traigamos a esta sección retazos de esa pequeña historia pasada, para recuerdo y conocimiento de las nuevas generaciones. Hoy hacemos mención a una institución que fue motor cultural y social, el Círculo Artístico y Mercantil de Ciudad Real, que por su historia, trayectoria y aportación social, cultural, artística y recreativa a la vida de la ciudad merece la pena dejar constancia de su existencia.
En la segunda mitad del siglo XIX empezaron a crearse, y pronto proliferaron por gran parte de España, unos establecimientos que en sus orígenes no eran destinados al juego propiamente dicho, sino que eran más bien clubes sociales donde las clases medias y altas se daban cita para compartir momentos de ocio y deleite. En estos centros, además de ser espacios de entretenimiento, también se llevaron a cabo actividades encaminadas a la difusión de la cultura. En ellos se combinaban bailes, tertulias, lecturas de libros, etc. con la práctica de juegos como el ajedrez, los naipes o el dominó.
Las tertulias, ateneos o salones literarios fueron una progresión de esta idea de 'club cultural'. Estos centros ayudaron a dar forma a la evolución paulatina de la sociedad y facilitaron eventos sociales y afiliaciones diversas. Socializar y tener conversaciones era el propósito principal, siendo el juego una ocurrencia tardía.
El Círculo Artístico y Mercantil de Ciudad Real - Foto: Tomás Fernández de MoyaLos clubs de tertulias y ocio, aunque en sus comienzos fueron muy exclusivos, rápidamente se volvieron inmensamente populares y fueron complementándose o derivaron en salas donde se practicaban los juegos de azar. Los primeros casinos de España fueron una combinación entre el club de caballeros, la tertulia y el propio juego.
Ciudad Real tuvo varios centros de recreo o casinos, tales como el Casino de la Unión, el Gran Casino o la Sociedad Obrera Benéfica. En esta ocasión hacemos referencia al que se inauguró en 1907, en la acera de los impares de la calle General Aguilera, llamada por entonces calle Arcos y que fue denominado Círculo Artístico y Mercantil.
Esta nueva sociedad fue creada con el fin de constituir un centro donde se difundiesen y debatiesen los principios democráticos, proporcionando formación y facilitando el recreo y la unión de los socios.
El Centro Artístico y Mercantil fue uno de los centros de recreo más importantes de la ciudad en aquellos tiempos. Estaba formado principalmente por pequeños empresarios y artesanos. El edificio, situado en la actual calle General Aguilera con esquina a la plaza del Pilar, constaba de dos plantas y destacaban entre sus dependencias los salones destinados a tertulia, conferencias, gabinete de lectura, mesa de billar, etc. Su primer presidente fue el conocidísimo médico-oculista Agustín Torres y Moreno de la Santa.
Fue tal el prestigio y popularidad de este centro de recreo que los medios de comunicación de la época decían de él que podía competir con los mejores de su clase, no envidiando a muchos centros de recreo que se denominaban principales en lo de vida, animación y comodidades en todas las épocas del año.