"Segura y yo no escribimos comedias para niños sino para mayores"

Juana Samanes
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Guionista de cine y televisión, actriz, escritora y autora teatral. Todas esas facetas abarca esta bella canaria que no se detiene ante nada

"Segura y yo no escribimos comedias para niños sino para mayores"

No hay demasiadas mujeres guionistas en el cine español y, como ocurre con sus compañeros varones, son bastante invisibles a pesar de ser los responsables de una parte fundamental de cualquier película: escribir la historia. Marta González de Vega lo tiene muy claro y, gracias a su faceta también de actriz, intenta revindicar ese trabajo a veces silenciado. Tiene motivos para hacerlo porque lleva escribiendo para cine, teatro y televisión desde los 20 años y le llega ahora el éxito popular  tras ser la guionista, junto con Santiago Segura, de las dos entregas de Padre no hay más que uno y de la divertida ¡A todo tren! Destino Asturias, su tercera comedia familiar donde también tiene un pequeño papel. 

En esta película usted es coguionista junto con Santiago Segura, pero también ejerce de actriz, haciendo un pequeño papel. ¿Dónde se siente más cómoda?

Para mí ser guionista es el mejor trabajo del mundo, sin embargo actuar es una diversión. Escribir supone un gran esfuerzo pero también es proporcional la satisfacción porque te sientes la mami de la película.

La colaboración profesional con Santiago Segura se concretó en las dos películas de Padre no hay más que uno y ahora en esta comedia. ¿Cómo trabajan juntos?

Normalmente, trabajamos cada uno por nuestro lado y luego nos reunimos e intercambiamos ideas. Trabajamos en equipo y  funcionamos como un solo cerebro. No nos repartimos que uno escriba diálogos y otro el armazón de la historia. Lo más guay es que alguien tan genial como Santiago confíe en ti y te dé tanta libertad. Trabajar con él es fácil porque tenemos el mismo tipo de humor y  nos gustan los mismos chistes.

¿Cómo crearon ustedes los diálogos de los niños?

Es fundamental ponerte en la mentalidad de los personajes que escribes y desde antes de hacer Padre no hay más que uno tuve claro que era un reto muy difícil llegar a la mente de los padres y emocionar a los niños. En mi caso lo que hice fue escribir la película que a mí me divertiría. Yo no intenté hacer una película para niños, los traté como adultos. Y cuando te fías de esa intuición sueles coincidir. En ningún momento la escribimos para niños sino para mayores y nunca subestimamos la inteligencia de ellos como público. 

¿Y cómo concibieron la personalidad de cada niño?

Entre las cualidades propias de los guionistas deben figurar ser observador y tener psicología, yo que soy soltera y no tengo hijos hice una auténtica labor de investigación.

Esta película se rodó durante la pandemia. ¿Cómo se comportaron los niños?

Santiago estuvo encantado con los niños porque fueron mucho más disciplinados que los adultos y se aprenden los diálogos palabra por palabra.