El Villarrubia no pudo despedir el año ante sus aficionados con una alegría al caer con el Badajoz, en un partido en el que los pacenses mostraron una mayor pegada, aprovechando la excesiva endeblez de la defensa ciudadrealeña en la primera mitad (1-3). 

Comenzó con muy buen ritmo el Villarrubia el envite. Tras un pequeño aviso de Gorka con un buen testarazo, el equipo manchego disfrutó de una magnífica ocasión en las botas de un hombre que no suele desaprovechar estas situaciones tan diáfanas, pero Copete disparaba fuera por muy poco tras una gran asistencia de Toni Seoane.

La noticia negativa de estos primeros compases de partido fue la lesión de Andriu, que se tenía que retirar con molestias musculares antes del cuarto de hora, dejando su puesto al portugués Ricardo Carvalho, quien a su vez había estado entre ‘algodones’ toda la semana.

Y poco después, segundo gran problema para el equipo de Javi Sánchez. Nando Copete perdía un balón que Chris Ramos cedía a Gorka Santamaría para que el delantero vizcaíno se quedara delante de Samu Diarra y lo batiera por bajo. Si el Villarrubia había perdonado antes, el Badajoz no era tan ‘generoso’ y se adelantaba en el marcador en el minuto 19. El equipo de Mehdi Nafti ya tenía el partido donde quería; justo en el sitio menos indicado para los de Javi Sánchez.

No quedaba otra que seguir remando. El Villarrubia tenía el control del balón, ante un rival bien replegado y con peligrosos coletazos a la contra, como el que protagonizaba Chris Ramos, que se hacía un hueco entre dos defensores locales para pisar el área grande y, algo desequilibrado, mandar el balón rozando la cepa del poste. Pero dos minutos después el propio Ramos casi calcaba la misma jugada, pero esta vez disparaba en una posición más franca y el poderoso delantero gaditano no perdonaba, haciendo el 0-2.

Parecía que el partido se esfumaba para el Villarrubia, pero antes del descanso Copete convertía un balón largo colgado en el área en un claro penalti cometido por Pablo Vázquez tras un genial control orientado. La pena máxima la convertía Dieguito, que marcaba ante el equipo de su localidad natal, llenando de esperanza a la grada del Nuevo Campo.

segunda parte. Tras el descanso, el Villarrubia se presentaba con decisión. Julio de Dios probaba a Kike Royo, aunque poco después respondía otra vez Chris Ramos, con otra jugada marca de la casa que finalizaba cruzando demasiado ante la salida de Samu Diarra.

Pero los minutos pasaban y Javi Sánchez no esperaba para meter más desborde en el campo dando entrada a Arribas en lugar del amonestado De Dios.

Lo intentaba el Villarrubia, pero sin llegar con claridad al área defendida por Kike Royo. Piojo probaba desde lejos, pero su disparo se marchaba ligeramente alto.

El Badajoz sabía que podría sentenciar el partido a la contra, y así lo hizo. Caballero le robaba la ‘cartera’ a Toni Seoane y se metía en el área para batir por debajo de las piernas a Diarra, haciendo el doloroso 1-3 con el que moría el choque.

Tras lo sucedido ayer, el próximo reto será sorprender al Barakaldo en la Copa del Rey (miércoles, 20.15 horas).