El silencio de testigos refuerza tesis de tráfico y blanqueo

Pilar Muñoz
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El presidente del Tribunal de la Sección Primera pide a la Guardia Civil que lleve a la Audiencia de Ciudad Real al testigo protegido en sumario por tráfico de drogas y blanqueo de capitales para ser interrogado

Uno de los testigos, que declaró ayer en el juicio, mira a los tres encausados - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Largos y elocuentes silencios de testigos y escuchas telefónicas consumieron la cuarta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Ciudad Real por el caso ‘Jarete’ contra el tráfico de drogas y blanqueo de capitales que ha sentado en el banquillo a una mujer, su hijo y su pareja sentimental. En la causa destapada hace cinco años en Villanueva de los Infantes había otros encausados: siete han admitido el delito y han pactado penas de entre uno y dos años de cárcel y dos están en paradero desconocido. El fiscal jefe, Luis Huete, pidió al Tribunal que se adopten medidas cautelares, el ingreso en prisión de Víctor Hugo M. M. y Adriana Patricia L.M. al considerar que existe riesgo de fuga.

Ayer solicitó al Tribunal que se  vuelva a citar al testigo protegido al no comparecer en el juicio. El magistrado presidente Luis Casero dijo que van a intentar que comparezca el próximo lunes con la «colaboración» de la Guardia Civil.

 Los largos silencios de testigos como la exmujer y exsuegra de Carlos Andrés M.O. reforzaron la acusación del fiscal en su breve y afilado interrogatorio. La primera en subir al estrado fue la exsuegra para declarar sobre unos envíos de dinero a Colombia por encargo, presuntamente, de María Leyda M.O., madre del anterior y considerada por la Guardia Civil la cabecilla de la organización. La testigo negó el encargo y dijo que era porque le tenía que devolver un dinero. «¿Por qué no lo dijo cuando declaró ante el juez instructor y lo dice ahora?», le espetó el fiscal. Tras un silencio dijo «yo mandé el dinero y ya está. Me pidió que le hiciera ese favor», acabó admitiendo. Uno de los envíos era de 1.950 euros. Los silencios de su hija (mujer de Carlos Andrés M.) también fueron elocuentes. Sólo dijo para el cuello de su camisa que no recordaba haber realizados envíos y que uno le fuera devuelto como se desprende de las escuchas telefónicas. Para el lavado de dinero de la droga, según sostiene el fiscal, se valían de diferentes personas para no superar las cantidades máximas.

En la jornada de ayer, además de estos y otros testigos, entre ellos supuestos compradores de cocaína, también se reprodujeron las escuchas telefónicas. Pese al lenguaje convenido sobre vino, potasio o amonio y apuestas futbolísticas  incluidas, un partido del Real Madrid contra el Barcelona  en la Copa de España, las escuchas aseguran la acusación. Además, en una de las conversaciones se habla claramente de cocaína, del precio y de la calidad.